Entre las instrucciones dadas por los organizadores de la cumbre a los funcionarios que participan en las mesas de trabajo, se les recuerda que este es un diálogo de todo el gobierno con la sociedad, y que por  tanto  “debe quedar claro” el mensaje de que el gobierno está comprometido con el proceso a su más alto nivel.

Se les recomienda además llevar “a un nivel operativo” los acuerdos, indicando  los alcances, costos, procedimientos de ejecución de las mismas, entidades involucradas y compromisos que deberían asumir los distintos actores. 

En la fase “crucial” que es la segunda ronda de mesas de trabajo, se les exhorta a que se concentren en concretar acuerdos partiendo de criterios razonables, “negociando posiciones contrapuestas” para arribar a franjas de compromisos básicos, colocando como meta la obtención de resultados ejecutables que impacten positivamente la compleja coyuntura actual.

Para que aquellos aspectos que ameriten una decisión presidencial, el coordinador del equipo del Poder Ejecutivo deberá comunicarlos al secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, a fin de fijar la posición oficial del Poder Ejecutivo al respecto, y obliga la presencia del funcionario de mayor jerarquía en  la recapitulación de los acuerdos.