MADRID. AFP. El gobierno vasco decidió ayer tomar las riendas del bloqueado proceso de paz y propuso a la organización armada independentista ETA un plan de desarme detallado, que aliente el diálogo con el gobierno español.

«Ha llegado la hora de hacer un emplazamiento directo a ETA con una propuesta concreta para un procedimiento rápido, viable y efectivo de desarme», afirmó mediante un comunicado el ejecutivo vasco, que ante la inacción de Madrid ya ha propuesto anteriormente realizar el proceso localmente.

La propuesta llegó poco después de que un grupo que se autodenominó Comisión Internacional de Verificación (CIV), asegurara que el proceso de desarme unilateral de ETA sigue adelante, a pesar de que el gobierno de Madrid lo ignora oficialmente. El texto del gobierno vasco tiene dos páginas y cinco puntos precisos, empezando por la creación de un comité, apoyado por el parlamento vasco. ETA debería comprometerse a agrupar sus armas y explosivos en lugares localizables y seguros para la población. Las coordenadas de esos lugares serían suministradas al comité, que a su vez las entregaría al gobierno vasco. «Un sellado de armas sin verificación y sin calendario equivale a nada», afirmó el ejecutivo regional vasco, dirigido por los nacionalistas del PNV. «A efectos prácticos y políticos, se trata de una forma de no-desarme», puntualizó, en respuesta al anuncio de la CIV, refiriéndose al método elegido por la organización. La CIV, creada en 2011, «ha recibido informes de ETA de que continúa el proceso de sellado y puesta fuera de uso operativo de sus armas», informó.