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POR LEONORA RAMÍREZ S.
Posiblemente esta semana el gobierno dominicano y el Fondo Monetario Internacional (FMI) firmen la carta de intención para aprobar el acuerdo «Stand By», mediante el cual el país recibirá alrededor de US$1,000 millones de parte de ese y otros organismos financieros, anunció ayer Temístocles Montás, secretario técnico de la Presidencia.
Explicó que esta semana será determinante para materializar el convenio, ya que una vez se termine la elaboración del Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos, las puertas estarán abiertas para la concreción del mismo. Montás declaró que para los fines del presupuesto se tomaría como base una tasa de RD$37 por US$1.
Durante un programa especial transmitido desde el Palacio Nacional por el espacio radial «El Gobierno de la Mañana», Montás expresó que si no se rubrica el acuerdo con el FMI tampoco habrá renegociación de la deuda con el Club de París.
Y como consecuencia, explicó, «los US$193 millones que el país dejó de pagar este año tendría que saldarlos inmediatamente».
El Club de París está formado por una serie de países fiadores que reestructuran el crédito de las naciones deudoras. En la reorganización de los compromisos financieros de la República Dominicana participan los gobiernos de Francia, Alemania, Japón, España y Estados Unidos
La crisis económica ocasionada por la quiebra de varios bancos, el incremento del déficit fiscal y la inflación, provocaron que el gobierno del expresidente Hipólito Mejía iniciara las gestiones para un convenio con el FMI.
En agosto del 2003 se formalizaron las negociaciones, pero se suspendieron en varias ocasiones por el incumplimiento de las exigencias de la entidad financiera, relacionadas con la reducción de los gastos del gobierno.
Montás reiteró que de no pactarse con el FMI «tampoco habría posibilidad de renegociar la deuda con la banca privada y los tenedores de bonos, que posiblemente le va a significar al país un alivio de unos US$100 millones para el próximo año».
Sobre la reforma fiscal, aprobada septiembre de este año, descartó que el gobierno tenga planes de someter al Congreso Nacional un anteproyecto de ley para modificarla.
«En las conversaciones con el FMI hemos sido claros en que no hay manera de lograr, en los próximos dos años, una nueva reforma, que cualquier asunto vinculado a esta tendrá que ser planteado después de las elecciones congresionales y municipales del 2006».
«Con esto dejo claro que no hay ningún plan orientado a nuevos tributos ni nuevas modificaciones tributarias; ya que el gobierno lo que trata es de implantar austeridad para cuadrar las cuentas con el FMI», precisó.
