Gobiernos que se han peleado con obispos fracasan

Gobiernos que se han peleado con obispos fracasan

Cuando en 1960 el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina arreció su enfrentamiento con los obispos dominicanos, llegando, incluso, a atentar contra la vida de monseñor Thomas Reilly, de San Juan de la Maguana, empezó el fin de la dictadura de Trujillo, quien cayó abatido a tiros el 30 de mayo de 1961.
Este gobierno que encabeza Danilo Medina, tiene prácticamente un enfrentamiento con sacerdotes y obispos que vienen defendiendo a la población dominicana desde sus tribunas y apoyando abiertamente el Movimiento Marcha Verde contra la corrupción y la impunidad.
Se atribuye a monseñor Antonio Camilo haber rogado mediante un twist para que a los participantes en la marcha verde del domingo 21 de mayo, en Azua, no le suceda nada, y deseó que no sufran de los gases lacrimógenos y de los tiros que suelen lanzar los “agentes del orden”.
De inmediato, el Director General de la Policía Nacional, mayor general Nelson Peguero Paredes, ofreció unas declaraciones sobre el particular, diciendo que no es una línea de esa institución la actuación de uniformados en hechos ocurridos en Moca y frente a la Procuraduría General de la República, sino que es responsabilidad de cada comandante, no de la Policía Nacional.
No son uno ni dos los cuestionamientos que han hecho sacerdotes y obispos a comportamientos exhibidos por altos funcionarios de este gobierno, sin que hasta el momento el presidente Medina haya tomado una medida contundente por los hechos denunciados.
La insensibilidad gubernamental es notoria. Se observa que las autoridades juegan al tiempo. Los plazos se vencen. Las gentes se indignan cada día más a la espera de una respuesta que termine con el estado de cosas. El enfrentamiento sigue, pero el presidente no envía una señal clara.

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