Philip Stephens
No hace mucho tiempo, los gobiernos en todo el mundo intervinieron para rescatar el capitalismo. Es tiempo de que el capitalismo pague el favor tornando su mente a salvar el planeta. Los políticos, como usted puede ver, ya han casi abandonado.

La única cosa vagamente alentadora por decir sobre el cambio climático en la próxima reunión de Cancún es que las expectativas se han fijado tan bajo que los negociadores lucharán para no excederlas. La búsqueda que ha guiado las Naciones Unidas por un acuerdo global para reemplazar el protocolo de Kyoto ha estallado.

Antes de las elecciones de este mes la proyección del Congreso de E.U. pasando la legislación puso un precio sobre los gases nocivos bombeados en la atmósfera por el consumidor energético más libertino del mundo era remota. Las ganancias de los republicanos han resultado inexistentes.

Para Sarah Palin y sus amigos, el calentamiento global provocado por el hombre no es nada más que una “rama de la ciencia”. Aunque el entusiasmo de América por el movimiento del Partido Conservador comienza a enfriarse (esperemos que sea así), sería el 2013 como muy pronto, antes de que Washington pueda ofrecer un compromiso financiable.

E.U. no está solo en su complacencia. Los políticos europeos todavía hablan el lenguaje de un concordato global para limitar el esperado aumento de temperatura del planeta de hasta 2 grados centígrados. Pero, estas solemnes promesas son ofrecidas en el tranquilizador conocimiento de que E.U. está absorbiendo a Europa de la obligación de actuar.

El discurso europeo sobre el crecimiento ecológico ha sido puesto de lado a causa de la preocupación con la austeridad y la deuda. David Cameron de Gran Bretaña, que una vez se aventuró al Ártico para señalar su comprensión sobre un futuro de bajas emisiones de carbono.

Durante los buenos tiempos los gobiernos fueron expansivos acerca de su administración del planeta para las futuras generaciones. Tales principios altruistas han caído víctimas de la recesión. Los políticos se preocupan de que los votantes enfrenten decadentes ingresos y ajadas perspectivas de empleos y que estén menos que receptivos a la idea de hacer sacrificios para sus nietos.

En cuanto a los crecientes estados del mundo, la reciente cumbre del Grupo de 20 principales economías en Corea del Sur fue un recordatorio no sólo de cuán rápido el poder ha estado fluyendo hacia el este, sino también de cuán celosos los nuevos poderes guardan su soberanía nacional. Ellos no están dispuestos a firmar un texto escrito en occidente. Como con las tasas de cambio, así mismo es con el cambio climático: los encuentros entre Washington y Beijing usualmente terminan en recriminaciones.

Una respuesta sería simplemente darse por vencido, para concentrarse en la mitigación del impacto de un planeta más caliente antes que imaginar que el proceso pueda ser frenado. Después de todo, si las dos naciones más poderosas del mundo no pueden llegar a un acuerdo, ¿qué esperanza hay de que las otras 190 firmen un acuerdo vinculado legalmente a la energía renovable?

Es muy prematuro para dar el paso de la negación a la desesperación. El ritmo de los que niegan el cambio climático, los costos proyectados, tanto económico como humano, de permitir que las temperaturas aumenten muy por encima de los 2 grados, superiores a los de acción preventiva. Y, como es el caso, aún entre la oscuridad actual, hay uno o dos rayos de esperanza.

Aquí es donde el capitalismo llega. El enfoque todo o nada para el cambio climático puede haber fallado, pero las cosas están todavía sucediendo. El esfuerzo está siendo nacionalizado; y los incentivos económicos están reemplazando la gran línea de la dirección internacional. El altruismo, que nunca es el más fuerte motivador, está haciendo camino para un más poderoso interés personal.

Usted puede ver esto en Asia y Latinoamérica. Aunque ellos desdeñan las demandas de occidente ellos pueden frenar las emisiones, los crecientes poderes han comenzado a reconocer lo que ellos tienen que perder. Una de las muchas injusticias del cambio climático es, que mientras las naciones ricas han sido responsables de poner la mayoría del carbono en la atmósfera, los países menos desarrollados serán los primeros en sentir las consecuencias.

China y La India están entre los que han reconocido su vulnerabilidad a los aumentos en los niveles del mar y el deshielo glacial. El panel de cambio climático de las N.U. puede haber estado un par de cientos de años errado en su primera predicción de la desaparición de la capa de hielo del Himalaya. Pero el hielo se está derritiendo, amenazando así las ecologías y economías de las dos naciones más pobladas del mundo.

La esperanza de China, expresada en su último plan de cinco años, es unirse a un crecimiento más sostenible en casa con una ventaja competitiva en el extranjero. A principios de este mes, escuché que un legislador de Beijing es quien traza el pensamiento detrás del plan. Uno de los mensajes fue que China intenta tanto limpiar su ambiente como tornarlo en un beneficio durante el proceso.

Para el 2015 este planea estar produciendo equipos de ingeniería de alta especificación, con cada parte tan sofisticada como los que compra ahora a Alemania y Japón. En ciertas áreas este quiere dar un salto adelante. Una de estas será la tecnología de bajo carbono. Parece que fue ayer que los manufactureros occidentales estuvieron hablando sobre la fijación de estándares ambientales para la industria china.

El gobierno hindú también está tomando un rumbo diferente. Jairam Armes, el franco ministro de medioambiente del país, describe el modelo económico americano de consecuencias adjuntas como una receta para el desastre global y nacional. El surgimiento de nuevas clases está provocando que los gobiernos en estos países piensen fuertemente sobre los costos ambientales. Mientras más rico usted es, más le importa el aire limpio.

La unión entre las oportunidades del mercado y las de interés personal, no son suficientes. Esto requiere que los gobiernos, no menos en Europa, muestren que ellos todavía intentan poner un precio serio al carbono. Las empresas requieren incentivos para reconocer las oportunidades económicas en las tecnologías de bajo carbono. En E.U., el caso puede todavía hacerse en términos de reducir la dependencia del petróleo importado y crear nuevas industrias ecologistas.

Los negociadores en Cancún no necesitan abandonar la búsqueda de un tratado global.

Más bien, ellos podrían reconocer que hay bastante que hacer entre ahora y después. Las políticas ecologistas también han sonado a menudo como las políticas de la miseria. Mejor enmarcarlo como algo que tiene que ver con  dinero y empleos.  

La cifra

2        grados centígrados.  Es el aumento que se espera en la temperatura del planeta.  Los políticos europeos todavía hablan el lenguaje de un concordato global para limitar este aumento.  Pero E.U. está absorbiendo a Europa de la obligación de actuar.

Argentina sube   gasto al  fracasar en manejo del presupuesto

Jude Webber.  Buenos Aires. Tras los intercambios de insultos observados en varias sesiones maratónicas, una de las cuales terminó con uno de los miembros del parlamento punchando a otro en la cara, los diputados argentinos finalmente han abandonado los intentos de pasar el presupuesto del 2011.

Eso implica que, Cristina Fernández, la presidenta, someterá el paquete del 2010 y entrará muy campante en un año electoral, en el cual ella puede buscar un segundo periodo, libre de asignar el exceso de ingresos por decreto.

Ella no perdió tiempo en hacer eso, aún antes de que los diputados finalmente tiraran la toalla, usando un decreto de emergencia el pasado miércoles para aumentar el gasto por 30.3 millardos de pesos (US$7.6 millardos) con el objetivo de cubrir los incrementos de salarios y otros pagos. El gobierno ya ha agregado alrededor de 19 millardos de pesos durante el curso de este año. El movimiento indica que Fernández no está todavía planeando abandonar las políticas de Néstor Kirchner, su esposo y mentor, quien murió hace un mes atrás. Los mercados vieron el fracaso del presupuesto como parte del curso de un gobierno que se creía que había estado sub-registrando la data de inflación por aproximadamente cuatro años con el fin de ocultar los aumentos de precios y ahorrar los bonos vinculados a la inflación.

Los economistas dicen que los precios están aumentando aproximadamente tres veces tan rápido como el 11.1% que el gobierno reportó para octubre y esa inflación en los precios de alimentos es de un 40% comparado con el 6.1% fijado en el presupuesto del 2010 y la previsión del proyecto de presupuesto del 2011 de un 8.4%. La inflación de Argentina está entre las más altas del mundo, pero el gobierno le hace caso omiso al asunto, culpando el rápido crecimiento de la oferta y los cuellos de botella.

A pesar que no tener ley presupuestaria es poco frecuente, en los años recientes, el gobierno de Argentina ha subestimado los principales objetivos macroeconómicos, lo que le permite eludir al Congreso y gastar el excedente de ingresos a su voluntad. En el presupuesto del 2010 por ejemplo, el crecimiento para este año fue puesto en un 2.5%, por debajo del 9% visto actualmente.

“Realmente, no hay nada nuevo en todo esto. El presupuesto en Argentina es sólo un indicativo”, dijo Pedro Tuesta, un analista en 4Cast Inc.

Zoom

Aumento  ingresos

Argentina está disfrutando de un aumento en los ingresos debido a una excelente producción de soya, su cultivo comercial principal, cuyas exportaciones son fuertemente fiscalizadas, y, con elecciones presidenciales en octubre del 2011, ningún freno parece posible en el descontrolado gasto del estado.Pero el debacle presupuestario es otro detrimento en la imagen de Argentina mientras esta trata de resolver una de las últimas grandes partes de deuda todavía sin pagar desde su impago del 2001 de $100 millardos. Argentina debe a los acreedores occidentales en el  Paris Club $7 millardos.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA