Russia's Denis Cheryshev celebrates scoring his side's second goal against Saudi Arabia during the 2018 soccer World Cup opening match at the Luzhniki stadium in Moscow, Russia, Thursday, June 14, 2018. (AP Photo/Victor Caivano)
Rusia se reencontró con la victoria al inaugurar su Mundial, pero perdió a otro jugador por lesión. Y el presidente Vladimir Putin quedó deleitado con ver a su selección salir victoriosa en la apertura de la Copa del Mundo.
Ese fue el balance de los anfitriones ayer, al poner en marcha la Copa del Mundo con una inapelable goleada 5-0 ante Arabia Saudí.
Dos magistrales goles de Denis Cheryshev, los cabezazos Yuri Gazinsky y Artem Dzyuba y un tiro libre de Alexandr Golovin alegraron la inauguración para los rusos, que llegaron al Mundial inmersos en una racha de siete partidos sin ganar. Golovin también fue el asistente en los tantos de Gazinsky y Dzyuba.
«No tengo palabras para decir lo que siento», dijo Cheryshev en perfecto castellano, aprendido desde que era niño en España. «Ya estaba feliz por la convocatoria, pero nunca había soñado en hacer algo como esto». Sus dos definiciones fueron para enmarcar, la primera tras regatear a dos defensores dentro del área y la otra con un exquisito remate de zurda desde fuera de esta. El extremo zurdo se perdió el pasado Mundial en Brasil cuando el entonces técnico Fabio Capello decidió descartarle a raíz de una temporada plagada por lesiones en España. Con 27 años, pudo finalmente cumplir algo que estuvo fuera del alcance de su padre, Dmitri, exjugador del Sporting Gijón.