Golpe a Aristide no es solución; descartan estampida masiva de haitianos hacia RD

Golpe a Aristide no es solución; descartan estampida masiva de haitianos hacia RD

El derrocamiento del presidente haitiano Jean Beltrand Aristide no es la solución a la delicada crisis que vive Haití, plantearon anoche activistas del Movimiento Socio Cultural para los Trabajadores Haitianos (MOSCTHA), que opera en el país.

Propusieron un gobierno de unidad nacional durante diez años para dar un respiro a la población de su país.

El doctor Joseph Cherubin, director de MOSCTHA, y William Charpantier, encargado de derechos humanos, participaron en el conversatorio La Esquina Joven de HOY. La solución que plantean debe ser con el apoyo de la comunidad internacional, pero sin intervención militar, dijeron.

Hicieron un recuento de los principales acontecimientos registrados en Haití tras el golpe de Estado a Aristide en el año 1991. Las protestas en contra del mandatario haitiano en este período son para exigir que hagan elecciones como le reclama la oposición desde el 2000.

Entre los elementos de crisis que citaron la gran cantidad de armas distribuidas en la población civil y la facilidad para ingresar esos artefactos a ese país.

Desde hace varios días grupos rebeldes que integran el denominado Frente de Liberación y Reconstrucción Nacional ocupan ciudades y poblaciones de Haití con amenaza de llegar a Puerto Príncipe para derrocar a Aristide, quien pide a la población que apoye a la Policía en su lucha contra la rebelión. El incremento de la violencia en Haití preocupa a República Dominicana por la inmigración constante que se produce desde otro lado de la frontera.

Cherubin, con 20 años en el país, afirmó que históricamente nunca se produjeron estampidas masivas desde Haití hacia República Dominicana, ni cuando el golpe de Estado contra Duvalier ni cuando el golpe contra Aristide.

Hay muchos, sostuvo, que hasta desconocen lo que está sucediendo allá.

De todos modos, coinciden, en que es difícil pronosticar si los grupos insurgentes tienen la fuerza para derrocar al presidente haitiano, tras la toma de Gonaives y la amenaza de avanzar hacia Puerto Príncipe.

Aristide deberá concluir su mandato presidencial el 7 de febrero del 2006 de acuerdo con la Constitución haitiana.

Tanto Cherubin como Charpantier plantearon que no es sólo República Dominicana que debe cargar con el problema haitiano, sino otras naciones como Estados Unidos, Cánada y Francia, los denominados países amigos de Haití.

Cherubin cree posible la unidad porque todos los partidos políticos de la oposición se han aglutinado en el movimiento Convergencia, mientras que la clase media y alta, así como las iglesias conforman el denominado Grupo 184. Ambos sectores piden la salida de Aristide.

Cherubin consideró que uno de los principales problemas es que en Haití no hay líderes y por eso Aristide llega a la Presidencia de esa nación. Aunque admite que su popularidad ha disminuido advirtió que tiene influencia en la gran masa popular.

El MOSTCTHA reúne a haitianos, descendientes de haitianos y a dominicanos que velan por los trabajadores en los bateyes del país. Tiene su oficina en la calle Juan Erazo, en Villa Juana, con el teléfono 687-2318.

[b]PASTOR VÁSQUEZ[/b]

Pastor Vásquez, periodista y ex diplomático dominicano en Haití, llamó la atención de que la crisis del país vecino es muy delicada y no se está poniendo el cuidado en función de la magnitud del problema.

Dentro de un mes, de seguir la estrategia de los rebeldes, Haití no tendría reservas de alimentos pues han cortado la ruta desde Cabo Haitiano, para debilitar al gobierno con la presión popular, dijo Vásquez.

En el conversatorio también participó la señora Ramona Perdomo, activista del área de educación del MOSCTHA.

[b]LO MÁS PREOCUPANTE[/b]

Charpantier, encargado de derechos humanos de MOSCTHA, cree que lo más preocupante en la crisis es que los grupos rebeldes que buscan deponer a Aristide no tienen ningún programa de gobierno en caso que asuman el poder. Tampoco, se conoce que estén identificados con partidos políticos o grupos de la sociedad civil.

«Caeríamos en un círculo vicioso, golpe de Estado tras golpe de Estado, pues Aristide tiene grupos también», agregó.

«Los vecinos más cercanos de Haití hablan español y no creolle», expuso Cherubin, quien entiende que su país está aislado.

[b]MÁS PROBLEMAS[/b]

El problema de Haití no sólo es político, sino socioeconómico, pues prácticamente no hay producción.

Más del 90% de la población haitiana utiliza carbón como combustible para cocer alimentos por lo que muchas veces los organismos de República Dominicana tienen temor por la deforestación en la isla.

Propuso que países ricos subsidien la venta gas licuado para el consumo en Haití.

En medio de la agudización de la crisis expusieron el inconveniente que afronta la Cruz Roja para suministrar alimentos y medicamentos en zonas controladas por los rebeldes.

Entre los problemas institucionales de Haití citó que no existe un padrón o lista de electores, sino que hay que prepararlo para cada elección.

[b]ANTIHAITIANISMO[/b]

Cherubin calificó de preocupante que sectores de medios de comunicación están agitando a la población. «No es tiempo de agitar… y hay mucha gente que agita en la forma de hablar en la prensa», dijo.

En tanto, Charpantier pidió a los medios de comunicación y a las organizaciones de la sociedad civil que eviten empañar las buenas relaciones que dijo existen entre Haití y República Dominicana.

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