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Por Alfons Luna
NUEVA YORK, Mar 9 (AFP) – La mafia de Nueva York sufrió un duro golpe con el arresto e inculpación este miércoles de 32 presuntos miembros o asociados a la familia Gambino, una de las cinco que controlan el crimen organizado en la ciudad, entre ellos los más destacados integrantes de su cúpula.
La fiscalía del Distrito Sur de Nueva York informó de la operación del FBI que resultó en los arrestos de, entre otros, y por orden jerárquico: Arnold Squitieri, padrino provisional y lugarteniente oficial del clan, Anthony Megale, lugarteniente provisional, Gregory de Palma, capitán de la familia, y Alphonse Sisca, también capitán y hombre de confianza de Squitieri.
Estos y los restantes 28 miembros y asociados de los Gambino son acusados de una variedad de delitos que incluye asalto violento, extorsión de varios individuos y empresas, usura, estafa a sindicatos, apuestas ilegales y tráfico de propiedades robadas.
Según el comunicado de la fiscalía, los detenidos, «trabajando a veces con otras familias de »La Cosa Nostra», se infiltraron, controlaron, extorsionaron y estafaron a empresas y organizaciones que operan en varios sectores del área de Nueva York».
Los beneficios de tales actividades ascendieron a 30 millones de dólares, según la fiscalía.
Squitieri, que podría ser condenado a 385 años de cárcel, y Megale, que se expone a una pena de 425 años, fueron promovidos a sus cargos provisionales tras la detención en 2002 del jefe de la familia, Peter Gotti, que había sucedido a su hermano John tras su muerte por enfermedad en la cárcel.
Se trata del golpe más duro a los Gambino desde que el lugarteniente Salvatore Gravano, alias «Sammy el Toro», cooperó con la justicia en 1992 para poner entre rejas a su jefe John Gotti.
Si bien sus clanes siguen operando, los cinco padrinos de las familias de la «Cosa Nostra» de Nueva York están actualmente encarcelados.
El hermano de Gotti, Peter, cumple una pena de 91 años en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn.
El jefe de los Luchese, Vittorio Amuso, el de los Colombo, Carmine Persico junior, y el de los Genovese, Vincent «The Chin» Gigante, fueron cayendo sucesivamente en las masivas operaciones contra el crimen organizado impulsadas por el ex alcalde Rudolph Giuliani cuando era fiscal federal en los años »80.
El último en engrosar la lista fue Big Joey Massino, de la familia Bonnano, que el pasado 30 de julio fue declarado culpable de siete asesinatos en un juicio en que el principal testigo de cargo fue su cuñado, Sal Vitale.
El origen del reparto de Nueva York entre cinco familias se remonta a 1931, tras una de esas guerras en las que se enzarza periódicamente la mafia y que suelen dar lugar a una redistribución del poder.
Ese año, Lucky Luciano creó la Comisión, una especie de foro para los jefes de los clanes que regula las actividades de la Cosa Nostra y arbitra en las disputas.
Ello permitió el asentamiento de 5 familias en la ciudad: Bonnano, Gambino, Luchese, Genovese y Colombo, que deben sus nombres a los padrinos que las lideraron en los años 60.
