El coronel de la Policía José Amado González González, muerto a tiros en diciembre pasado, fue uno de los primeros contactos que hizo el fugitivo boricua José David Figueroa Agosto (Junior Cápsula) en República Dominicana, tras fugarse en 1999 de una cárcel de máxima seguridad en Puerto Rico.
De acuerdo con la relación precisa de los hechos que hace el Ministerio Público en su escrito acusatorio, gracias a sus funciones oficiales, éste protegió todas las transacciones ilícitas de Figueroa hasta el 3 de septiembre de 2009.
Explica que fue a través de González que Figueroa conoció a los coimputados Madeline Bernard, Eddy Brito Martínez, Samy Dahuajre e Ivanovich Smester Ginebra.
Y éstos, a su vez, fueron los conductos para que el boricua conociera a Sobeida Félix Morel, Juan José Fernández Ibarra y a las hermanas Mary y Adolfina Peláez Frappier.
Detalla el escrito que con ese grupo Figueroa Agosto logró relacionarse en sectores de clase alta y media alta para dedicarse al blanqueo de capitales sin que levantara sospechas de las autoridades.
Las identidades. Apenas 39 días después de su fuga, Figueroa adquirió en el país la identidad de Felipe Rodríguez, pero fue apresado junto a su esposa Leavy Nin Batista. Entonces se vio en la necesidad de adoptar otro nombre y adquirió la identidad de Cristian Almonte y su esposa cambió a Fior Jansen. Pero también adquirió en 2004 el nombre de Ramón Sánchez.
Aunque las identidades eran falsas las cuatro cédulas eran legítimas emitidas por la Junta Central Electoral.
Las claves
1. Proceso judicial en RD
El artículo 101 del Código Procesal Penal explica que cuando los imputados están prófugos se declara la rebeldía y se continúa con el juicio a los presentes. Esa disposición eliminó en el 2002 la contumacia que figuraba en el código anterior.
2. Infracciones graves
La acusación dice que la red lavó dinero producto de infracciones graves y explica que son los delitos sancionados con una pena no menor de tres años.
Zoom
Compras según nombre
Según la acusación bajo el nombre de Ramón Sánchez, Figueroa adquirió la casa en que vivían la pareja Sobeida Félix y Eddy Brito, utilizando a estos de testaferros. Además vendió un penthouse en RD$11.7 millones, compró un apartamento y una casa en Juan Dolio. Sin embargo, con el nombre de Cristian Almonte fue que desarrolló el grueso de transacciones millonarias que realizó junto a los 10 integrantes de la supuesta red sometida a la justicia por lavado y otros cargos.