Gorbachov señala errores norteamericanos

Gorbachov señala errores norteamericanos

Resulta sorpresiva y hasta espectacular la presencia de Mijail Gorbachov, ex presidente de la desaparecida Unión Socialista, en el Ecuador donde dictó una conferencia señalando los graves errores cometidos por los Estados Unidos de Norteamérica en su política internacional.

En declaraciones contundentes fija un alerta a los hispanoamericanos explicando que una mayoría de los países aceptarían un liderazgo de Estados Unidos, pero basada en el poder de persuasión y en la capacidad de asumir riesgos y no la política de los golpes preventivos porque nadie desea que haya una potencia hegemónica que sea el gendarme del mundo.

Gorbachov quien participó en un seminario en la ciudad de Quito titulado «Sucesos del 2004: las claves del éxito», puntualizó con expresión contundente y oportuna que la invasión estadounidense a Irak fue un error, porque se hizo en contra de la opinión de la inmensa mayoría de los miembros de la comunidad internacional.

Claro es que esa guerra desatada contra Irak le viene ocasionando a los Estados Unidos graves problemas que lo están envolviendo en un repudio mundial porque se piensa y se dice que tras la invasión a ese territorio sólo cuenta el interés de poseer y usufructuar los pozos petrolíficos para establecer su poderío en la dominación mundial.

La legalidad internacional ha rodado por el suelo, pisoteada por la bota brutal imperialista, -deja entrever Gorbachov en su reciente conferencia-.

Y esa actitud la asume los Estados Unidos sin ser socio de otros países, ni tampoco en favor de un nuevo orden mundial estable, justo y humano sustentado en los principios democráticos entre naciones y en el respeto estricto de los derechos humanos.

Gorbachov establece que una política como la globalización implantada en la década del 90 ha contribuido al desajuste mundial, de tal suerte que la globalización ha venido a constituir un manjar exquisito para los ricos y un desesperante acíbar para los pobres.

En su calidad de presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Gorbachov expresó que lo habían acusado de no disponer de un plan detallado para la puesta en práctica de la «perestroika» (reforma) consideración con la que no estuvo de acuerdo. A la vuelta de los años todo parece indicar que la «perestroika» es una opción muy importante para el establecimiento definitivo de la armonía y la paz mundial.

En aquella oportunidad Gorbachov señaló que se caería en un error teórico si de nuevo impusiéramos a la sociedad esquemas predeterminados o intentáramos acomodar a la sociedad en el lecho de Procustes. Valiéndose de un símil y con fina ironía Gorbachov acudió a Procustes porque este personaje mitológico fue un bandido de Atica quien, no contento con despojar a los viajeros los hacía extender sobre un lecho de hierro, les cortaba los pies cuando eran muy largos o los hacía estirar con cuerdas hasta que alcansacen la misma longitud. Procustes fue muerto por Teseo quien lo sometió a la misma tortura. En literatura se alude a dicho suplicio al hablar de uno que mide las ideas ajenas por las suyas propias.

La noticia que nos informa de Gorbachov en el Ecuador, no nos señala si viaja en calidad personal o, en cambio, si lleva sobre sus hombros una misión importante de su país para dar a conocer al mundo que aún hay tiempo para establecer la «perestroika» con óptimos resultados para la humanidad.

De todas formas la conferencia de Gorbachov en Quito marca un compás muy importante para subvertir la declinación que se advierte en la desconcertante política norteamericana.

Es posible que estemos en el umbral de una nueva época donde realmente ha de ser tangible una verdadera democracia, excluyendo la caricatura de este ordenamiento social y político. Así, lograremos, al fin, una verdadera armonía y paz en todos los pueblos del mundo al amparo de los derechos humanos.

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