Gotan Project redondea gran actuación festival jazz

Gotan Project redondea gran actuación festival jazz

COPENHAGUE, (EFE).- El trío argentino-suizo-francés de tango electrónico Gotan Project firmó una sólida y triunfal actuación en la Opera de Copenhague, dentro del festival de jazz de la capital danesa. Eduardo Makaroff, Christoph Mueller y Phillipe Cohen ofrecieron un espectáculo convincente que entusiasmó a las más de mil personas congregadas en el recinto, que había agotado las localidades hace un mes.

 La visita del trío, que ha vendido más de un millón de copias de su primer disco, «La revancha del tango» (2002), despertó una enorme expectación en Dinamarca, e incluso en el exterior de la ópera se podían ver antes del concierto a personas buscando entradas en la reventa.

 Vestidos rigurosamente de blanco, como el resto de la banda, Makaroff, Mueller y Cohen repasaron temas de sus tres primeros trabajos en un concierto en que su música entró tanto por el oído como por la vista, gracias a los numerosos artificios visuales que recrearon una atmósfera muy lograda.

 Entre los aciertos visuales del grupo figuró la proyección grabada en varias pantallas de las partes de batería y guitarra eléctrica en un tema o la incorporación por el mismo método de los raperos Koxmoz y Chile Parker.

Con un impecable sonido y el sobresaliente aporte de Gustavo Beytelmann al piano y de Nini Flores al bandoneón, Gotan Project se ganó al público desde que arrancaron los acordes de «Diferente», la canción con la que abrieron su actuación.

Gotan Project demostró que su propuesta musical, que ha sido una de las inspiradoras del denominado «electrotango» o «tango electrónico», se va abriendo a nuevas influencias más próximas a otras manifestaciones del folclore, no necesariamente ligadas al «dos por cuatro».

 Tras una sonora ovación de varios minutos, la banda cerró su actuación con un doble bis que incluyó «Santa María del Buen Ayre», uno de los éxitos que han convertido a Gotan Project en un fenómeno mundial que ha saltado de las pistas de baile a escenarios exclusivos como el de la Opera de Copenhague.

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