Gracias al pollo llegamos al toro

Gracias al pollo llegamos al toro

Las autoridades sanitarias han hablado de Toro, y ha sido inevitable que de inmediato pensáramos en  pollo. Es que la decisión del Gobierno haitiano de prohibir las importaciones de pollo y huevo de República Dominicana, y la del Gobierno dominicano, de prohibir la importación de la bebida estimulante haitiana denominada Toro parecen dominadas por un común denominador.

No dudamos que Toro sea todo lo dañino para la salud que afirman nuestras autoridades sanitarias. Llama la atención el hecho de que durante mucho tiempo ese detalle pasara desapercibido, lo que indica debilidad de nuestros controles.

Debemos afinar los controles sanitarios para evitar que nuestro mercado sea invadido por fórmulas peligrosas para la salud, llámese toro o como se llame.

Es un ejercicio que debemos hacer de manera permanente, y no cuando nos enoje y cause pérdidas económicas alguna decisión de otro país, y que nos parezca tan  irracional como la prohibición de las importaciones de pollo y huevo por parte de Haití.

Esta situación debe colocarnos en la perspectiva de diversificar nuestro mercado de exportación, para no depender de manera tan significativa de nuestros vecinos más cercanos. Petrocaribe, por ejemplo, tiene una brecha para que paguemos con productos agropecuarios parte del petróleo que nos financia ese acuerdo. Exploremos esa posibilidad.

 

Los traspiés del Seguro Familiar

Un nuevo acuerdo ha permitido desarticular un paro médico y otras medidas de fuerza en perjuicio de la marcha del Seguro Familiar de Salud. Ya hemos perdido la cuenta de las treguas y armisticios de esta guerra de intereses que tiene como principales víctimas a quienes deberían ser los principales beneficiarios de esta reivindicación socio económica.

La aplicación de la Seguridad Social ha sido traumática y cargada de traspiés debido a que grupos de intereses la ven como botín a repartirse caiga quien caiga.

A pesar de los muchos consensos para diseñar y aprobar el soporte legal de la Seguridad Social, en la aplicación práctica ha habido más disensos que en cualquier guerra y por muchos esfuerzos que han hecho las autoridades, siempre aparece un motivo para dar pasos hacia atrás, en vez de avanzar.

De ahí que tras cada acuerdo siempre queda la suspicacia de que cada tregua en la guerra de intereses no es más que tiempo para recomponer fuerzas.

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