LLONDRES.  La primera ministra británica Theresa May no encontró simpatía el viernes en los 27 países de Unión Europea en su pedido de mayor flexibilidad en momentos en que se acerca vencimiento del plazo para negociar separación amigable del bloque.
May exhortó a los negociadores de la UE a mostrar una actitud más abierta sobre cómo resolver el asunto de la frontera irlandesa, un punto clave en las conversaciones del Brexit, que debe ocurrir en marzo. May se opone a cualquier propuesta que mantenga a Irlanda del Norte dentro de la unión aduanera con la UE mientras que el resto del Reino Unido se va. May dijo que ningún primer ministro puede aceptar un arreglo que amenace la unidad del Reino Unido e imponga una frontera entre Irlanda del Norte y el Reino Unido. May quiere además que el equipo negociador de la UE responda positivamente a los planes anunciados por su gobierno que piden «un libro de reglas comunes» que gobierne el comercio de bienes, pero no de servicios, entre Gran Bretaña y la UE tras el Brexit.
Por otro lado, Gran Bretaña podría no pagar su factura de 39,000 millones de libras (US 51,000 millones) a la Unión Europea si no alcanza un acuerdo comercial con el bloque, sugirió el nuevo ministro británico para el Brexit. Por su parte, el líder de la oposición británica, Jeremy Corbyn, pidió al Gobierno de la conservadora Theresa May que intensifique esfuerzos en negociaciones para evitar salida de UE sin acuerdo.