Gran noche en el salón de Las Cariátides

Gran noche en el salón de Las Cariátides

Después de un largo día que comenzó desde tempranas horas con la toma de posesión, juramentaciones de funcionarios, ofrenda floral y tedeum en la Catedral Primada de América por el 153 aniversario de la Restauración, el presidente Danilo Medina y su esposa Candy coronaron la toma de posesión para su segundo mandato con una recepción en el salón Las Cariátides del Palacio Nacional.
La convocatoria era a las 8:30 de la noche; sin embargo, los invitados al ágape comenzaron a llegar desde las 7:00 por lo que tuvieron que esperar hasta una hora antes de que oficialmente se abrieran las puertas para la recepción de invitados.

Los hombres llegaron de trajes oscuros, sacos y corbatas, en tanto que las damas optaron para esta noche especial por elegantes vestidos de gala. Una vez dentro de la casa de gobierno, subieron al tercer nivel, al Salón de Las Cariátides, donde se efectuó la recepción.
Abarrotado de invitados y con miembros de seguridad por doquier, este salón se convirtió en el lugar de saludos y felicitaciones a la pareja presidencial y los nuevos funcionarios del Gobierno, quienes no podían ocultar la satisfacción de haber sido elegidos. “Búscame agua perrier con limón” se escuchó a uno de los camareros, mientras otros pasaban de un lado a otro, y los invitados saboreaban vino, champán o un refrescante jugo natural… bebidas oficiales de la noche.
El bufé, preparado por Virginia Schiffino Gourmet Catering, fue abierto casi inmediatamente los invitados afluyeron al salón. Por eso, entre compartir y compartir, se les vio degustar de bocadillos y bebidas.
“Déjame coger un poquito de aire”, fue la expresión más escuchada durante la aglomeración que se formó alrededor de Danilo Medina, Candy de Medina y la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, porque, como es costumbre en este encuentro, todos querían saludarlos y hacerse la foto del recuerdo con los protagonistas indiscutibles de la noche.
“Muy lindo”. Margarita Cedeño, en elegante vestido rojo de encaje, no paraba de sonreír y dar las gracias ante los halagos que recibió por su vestimenta. “Muy lindo”, le dijeron muchos y, sonriente, posó con algunos de los presentes.
Danilo y Cándida caminaron todo el salón, saludaron, sonrieron y compartieron con todo el que se cruzó en su camino, pese a que la seguridad no los dejó solos ni un momento.
Así terminó la actividad, a las 9:31, después de ‘selfies’, enérgicas conversaciones sobre los cambios en el gabinete, sonrisas y agradecimientos, cuando Danilo y su esposa comenzaron a bajar las escaleras. Y claro, la idea es seguir al presidente… así que muchos hicieron lo mismo.

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