Gran remedio para evitar el derrumbe industrial
de RD

Gran remedio para evitar el derrumbe industrial <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2006/09/60DBE5C2-AA4A-4FD5-A14A-D400910D007F.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=248><noscript><img
style=

POR CLAUDIO CABRERA
Para todos los expertos que abordan en este momento la desnuda encrucijada que se le ha presentado a la industria manufacturera que opera en el país, bien sea desde las zonas francas o desde las perspectivas de las industrias criollas, uno de los grandes nudos del problema reside en la necesidad de complementar en forma permanente a estos dos sectores manufactureros.

El tema es parte de las exploraciones preliminares sobre las que trabaja una comisión técnica integrada por profesionales del sector público y privado conformada a iniciativa del presidente Leonel Ferández, como parte de un acuerdo para restablecer la competitividad a las zonas francas industriales, especializadas en textiles y calzados, lo mismo que al parque manufacturero dominicano.

Acorde a estos hallazgos preliminares que confrontarían las zonas francas dominicanas y la industria manufacurera local, tanto el problema del alto costo de la energía eléctrica como la carencia de un sistema de enlace interindustrial ha impedido mayores progresos a los dos subsectores que ahora encaran la necesidad de prepararse para que el país ingrese al acuerdo RD-Cafta con Centroamérica y los Estados Unidos.

“La estrategia de República Dominicana en las zonas francas -expresa al respecto el experto Michael Fairbanks del Grupo OTF-, ha sido mucho menos efectiva que la estrategia de las zonas francas en el oriente de Asia en la creación de conexiones con la industria local”.

En una reciente conferencia magistral efectuada en la Fundación Funglode, el economista sostuvo que en los hechos, “el valor local adherido ha declinado en las zonas francas de la República Dominicana”.

Desde mayo de este año un informa de las economistas Marcela Escobari y Anne Morris, advertía sobre el rezago de estos dos segmentos industriales con capacidad de elaborar manufacturas para los mercados interno y de los Estados Unidos.

Las economistas de la firma de consultores “Grupo OTF” planteaban que para que un país como la República Dominicana pueda contar con una economía fuerte, debe disponer de un sector industrial bien consolidado y que disponga de ventajas competitivas.

Tras esos planteamientos, en que sobresale el problema de la ausencia de un “sistema de enlazamiento” entre zonas francas industriales e industrias propiamente dominicanas, se esgrime en un informe más reciente, que las razones primarias para que firmas de zonas francas no opten por la adquisición de suministros y materias primas locales son, entre otras, la baja calidad de los productos ofertados en nuestro mercado, y en segundo lugar, que los tiempos de entrega y repartos no son confiales. Ese “sistema de enlaces” entre los dos sectores industriales implica que las zonas francas puedan adquirir materias primas e insumos fabricados o elaborados por industrias dominicanas fuera de ese sector.

Se indica que en términos industriales, en gran medida la pérdida de competitividad del país en los últimos años se debe a “la herencia de políticas de sustitución de importación y a una mentalidad de ventaja comparativa”.

Plantea además que en término de retos específicos al sector industrial, “existen desafíos de entorno y organizacionales que han sido magnificados por el sistema dual que se ha desarrollado para proteger a las industrias locales de la competencia internacional y atraer inversiones extranjeras con generosos incentivos fiscales”.

Tal estructura, afirma el economista Michael Fairbanks, también del Grupo OFT, ha forzado a industriales dominicanos a escoger entre los mercados locales y los mercados de exportación, reduciendo estos últimos y socavando el desarrollo de una cultura de exportación.

Dicho sistema ha forzado también a las compañías locales a tener que pagar impuestos desproporcionadamente altos y al mismo tiempo no ha permitido la creación de una de las implicaciones indirectas más importantes de la Inversión Directa Internacional, que consiste en establecer fuertes enlaces entre las empresas extranjeras y sus proveedores locales. 

 Enlaces con el turismo

Pero las industrias dominicanas se han defendido, y aunque reconocen que verdaderamente existen en muchas empresas manufactureras, se debe, entre otras razones a la falta de competitividad y de equidad con que operan los industriales dominicanos con relación a otros de la región.

La presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) sostiene que, por ejemplo, un problema constante como el de las deficiencias en el suministro de energía y el de la carestía de los combustibles para operar plantas privadas, muchas veces desaniman a productores que no pueden afrontar los crecientes costos operativos de sus compañías. Pero se sostiene que algunas medidas recién adoptadas, como la que hace días anunció el presidente Leonel Fernández para permitir que los nuevos proyectos hoteleros puedan hacer acopio de insumos y productos elaborados por la industria nacional sin el pago del Itebis, hacen pensar que se está en un proceso de inducir a una mejora en la competitividad de nuestras industrias.

“Se trata de una norma de equidad -resalta Yandra Portela-, en vista de que la Ley 158-01 de Incentivos al Turismo permitía a los hoteles importar productos para facilitarle la concreción de sus proyectos, pero no permitía hacer compras a las industrias locales”.

 En lo adelante muchas fábricas de distintos insumos a la industria del turismo como son las del mueble, de la madera, fábricas de colchones, de varillas, blocks, cementos, lencería, cerámicas y otras tantas, lograrán notorios avances.

De esta manera se rescataría la competitividad perdida en medio de los ajustes fiscales que desde hace años fueron gravando a la producción local desde el origen hasta el último eslabón que es el consumidor.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas