Gran talento
En concierto de ganadores

<STRONG>Gran talento</STRONG><BR>En concierto de ganadores

El Duende, ese poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo ha podido explicar, al decir de Goethe, se posó en el Teatro Nacional la noche del jueves durante el histórico concierto en que fueron presentados los ganadores del Concurso Chaikovski –versión 2011, Narek Hakhnazaryan –violoncello- y Daniil Trifonov –piano-. 

Acompañados por la  “Orquesta de la Gala” dirigida por el pianista  español Ramón Tebar, los jóvenes instrumentistas mostraron sus extraordinarios   talentos  y poseídos por el duende,  desentrañaron los intrincados misterios de la música.

La Fundación Sinfonía siempre a la vanguardia, ofrece al público la oportunidad  de escuchar música al más alto nivel,  y a los grandes intérpretes del momento; la Gala de Ganadores contó además con la entusiasta colaboración de la Fundación Amigos del Teatro Nacional.  

El programa abre con  la “Obertura del Festival Académico” de Johannes Brahms; la hermosa fantasía expone los diferentes motivos, las canciones estudiantiles alemanas elaboradas sinfónicamente, se suceden, finalmente un tutti orquestal presenta el himno universitario por excelencia “Gaudeamus Igitur, iuvenes dum sumus” –Alegrémonos pues, mientras seamos jóvenes-. La conducción siempre pasional de Ramón Tebar, motiva la orquesta  que produce música de alta calidad.

A continuación se presenta el Concierto de Antonin Dvorak en Si menor, para violoncello y orquesta, en el que interviene el chelista armenio Narek Hakhnazaryan, ganador de Medalla de Oro.  El primer movimiento –Allegro- inicia con una introducción cuyo primer tema  es expuesto por los clarinetes, el  segundo tema sustentado por las  trompas, da paso a un hermoso soliloquio del “cello”.   

En el segundo movimiento –Adagio-  tras  pasajes de vientos y cuerdas se inicia el diálogo con el instrumento solista, Hakhnazaryan con delicadeza  resume en los solos las esencias bohemias de las exquisitas melodías.

El último movimiento –Allegro- evoca una marcha,  a seguidas el cello interviene  permitiendo el lucimiento virtuoso del ejecutante, hay en él un sentido preciso del “tempo”, una manifiesta sensibilidad y  un caudal poético que sobrecoge a un público absorto con el sonido maravilloso y susurrante de su instrumento. Los aplausos lo obligan a un “encore”, deleita entonces con un atractivo y picaresco   “pizzicato”.

El programa cierra con el conocido concierto No.1 para piano y orquesta de Peter Ilich Chaikovski, interpretado por el joven pianista ruso Daniil Trifonov, ganador del Grand Prix y Medalla de Oro.

El concierto empieza con una de las melodías más famosas e impactantes, el tema viril, grandioso, avasallador,  permite al solista sortear las dificultades técnicas y  mostrar  un virtuosismo sin límites.

De la elocuencia introductoria el segundo tema  se torna romántico. En el “Andante Semplice” a ritmo de barcarola, destacan los diferentes grupos instrumentales y el solista.

El final lleno de fuerza con toques rusos inconfundibles, se eleva a un canto triunfal.  Trifonov asume con propiedad el carácter de cada tema y a través de una técnica impresionante extrae a su instrumento todo un caleidoscopio de timbres impresionantes. Trifonov recibe una ovación, de las mayores tributadas a un concertista en el Teatro Nacional.

Zoom

El director

Ramón Tebar

Logra una perfecta  afinación y  armonía  entre las partes  orquestales, y  su accionar envolvente, su carga de pasión, el perfecto manejo del “tempo” motiva a la orquesta toda,  y finalmente, se produce  poesía, ese algo intangible capaz de producir emoción   Esa noche mágica se escribió una de las grandes páginas de la historia musical del país.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas