Grandes ausentes

Grandes ausentes

Claudio Acosta.

Desde que se conoció la existencia de los  “Papeles de Panamá” se ha dicho y repetido hasta más allá del cansancio que tener una empresa offshore o una cuenta bancaria en un paraíso fiscal no es ilegal ni implica, necesariamente, un delito, como si eso tuviera alguna importancia en un país donde los corruptos nos estrujan en la cara, sin ninguna consecuencia, sus riquezas mal habidas, y tener mucho dinero, sin importar  su procedencia, es garantía de prestancia y aceptación  social. Porque las expectativas, a decir verdad , estuvieron realmente  concentradas en la posibilidad de que esos papeles pusieran  en evidencia, una vez mas, la impudicia de nuestra rapaz clase política, que en este escándalo de dimensión mundial  ha brillado por su ausencia, a pesar de que no pocos albergaron la esperanza de que la aparición de algún peje gordo del gobierno  o el peledeísmo (en realidad es la misma vaina) provocara un escándalo de tal magnitud que le abriera los ojos al electorado y cambiara el previsible resultado de las elecciones  del próximo domingo. ¿Alguien se atreve a decir que en algún momento no pensó  que en la lista de dominicanos que aparecen en los Papeles de Panamá debió estar    nuestro corrupto favorito, mucho mas después de que fuera  reconocido  mundialmente? Eso no sucedió, y aunque no hay forma de medir la decepción que provocó en el morbo público no encontrarse con los nombres que hace tiempo andan de boca en boca, a ojo de buen cubero  puede afirmarse  que fue grande. Desde luego, eso no quiere decir que nuestros políticos  no sean lo que todos sabemos que son, pues llevamos demasiado tiempo sufriéndolos y   aceptándolos   como si fueran  un mal necesario, aunque todavía no se sepa muy bien porqué y para qué. Simplemente encontraron  un lugar mas seguro, a salvo de filtraciones indiscretas como la que sacó a la luz los Papeles de Panamá,  para ocultar  el producto de su latrocinio. (Hasta ahora….)

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