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Washington. EFE. Los grandes bancos mundiales, agrupados en el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), reconocieron hoy su responsabilidad en la actual crisis financiera global y prometieron reformas para evitar que se repita.
La industria de servicios financieros reconoce plenamente su responsabilidad, dijo Josef Ackermann, responsable del gigante financiero alemán Deutsche Bank y presidente del IIF, la principal asociación de banca del mundo con más de 380 miembros.
Admitimos que existieron serias debilidades en las prácticas empresariales de un número de firmas, que contribuyeron significativamente a ampliar los problemas en el total de la industria de servicios financieros y la economía en su conjunto, indicó el presidente de Deutsche Bank en rueda de prensa.
Es esencial para la industria el reformarse, concluyó Ackermann, que habló en nombre del sector y explicó que los cambios propuestos son necesarios para que inversores y mercados recuperen la confianza perdida en la industria financiera.
Esas reformas, detalladas en un informe de 200 páginas presentado ayer en Washington por Ackermann y otros altos ejecutivos del sector, representan la respuesta de los bancos a la inestabilidad global desencadenada a raíz de la crisis en el sector de hipotecas de alto riesgo estadounidense que arrancó a mediados del año pasado.
Las olas expansivas de esa crisis, de las que muchos culpan a las agencias de calificación de riesgo y a los propios bancos por la titulización de activos hipotecarios de alto riesgo que se comercializaron como valores de gran calidad, se dejan sentir en las esquinas más recónditas del planeta.
Para atajar la crisis en los mercados y el endurecimiento del acceso al crédito, Ackermann y sus colegas propusieron mejorar la gestión de riesgos, las políticas de compensación a los profesionales del sector y la valoración de activos.
Los portavoces del IIF dijeron que existe también consenso en el sector sobre la necesidad de reformar la gestión de la liquidez y la calificación de productos estructurados.
Además, los gigantes de la banca, a los que en el último año se les acusó de oscurantismo, parecen coincidir ahora en que es preciso aumentar la transparencia. Ackermann dijo que el informe recién presentado cuenta con un fuerte y amplio respaldo y añadió que confía en que el grueso del proceso de reformas finalice para finales de año. Ackermann aventuró que la actual crisis financiera se aproxima a su final, aunque alertó de que continuará la amenaza inflacionaria fruto de los altos precios energéticos.
Por su parte, Rick Waugh, presidente del banco canadiense Scotiabank, afirmó que el sector bancario ha pagado muy caros sus errores y señaló que el papel de la industria bancaria es esencial, tanto para los mercados financieros como para el futuro de las economías globales.
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Las propuestas de reforma no sólo ayudarán a capear el actual temporal sino a prevenir crisis futuras mediante la creación de un Grupo de Supervisión de Mercado (MMG) para detectar debilidades en los mercados y el sistema financiero. Las firmas se comprometen a abordar evaluaciones críticas y regulares y a ajustar sus planes y políticas.
