El Ministerio de Educación está ante grandes desafíos, que pondrán a prueba su capacidad gerencial para administrar  abundancia. Las metas cualitativas en materia de enseñanza le obligan a distribuir el 4% del PIB entre mejorar el currículo y el salario magisterial, más y mejor infraestructura escolar para cubrir la demanda de espacio que generará la tanda extendida, equipo adecuado para facilitar y mejorar los efectos de la relación enseñanza-aprendizaje, y revertir los altos  índices de deserción escolar temprana.

La holgura financiera del Ministerio de Educación plantea un severo contraste con la estrechez de la economía. En momentos en que la necesidad de cubrir el déficit fiscal obliga a medidas de sacrificio, cumplir el compromiso de más inversión en educación tiene que  retribuir al Estado con resultados positivos tangibles en la tarea de afianzar la enseñanza y convertirla en una herramienta para el desarrollo económico, social y, sobre todo,  humano.

Hasta ahora, la política educativa ha tenido su mayor énfasis en el aspecto cuantitativo de la infraestructura, pero no tanto en su calidad didáctica. Apretujar en un aula a decenas de estudiantes y un profesor, sin facilidades audiovisuales, ha sido  un desperdicio. Administrar bien la abundancia  en tiempo de escasez es, para el Ministerio de Educación, un reto grande y delicado.

Cobertura de la seguridad social

El encanto de un sistema de seguridad social debe ser garantizar cobertura a las personas más vulnerables cuando están bajo los efectos de una enfermedad cuyo tratamiento es de alto costo. Por esa razón, permanentemente insistimos en la necesidad de que este sistema cubra los tratamientos y procedimientos necesarios para atacar enfermedades catastróficas que son las que más angustian a la familia.

A tono con lo anterior, nos identificamos con la solicitud  de la doctora Milagros Ureña, directora de CEDIMAT, para que Sistema Dominicano de Seguridad Social amplíe su cobertura, de manera que puedan ser atendidos pacientes que requieren procedimientos altamente especializados, de tecnología avanzada y que no están cubiertos por los seguros. La esencia de la seguridad social es ayudar a restablecer la salud de quienes no están en condiciones de cubrir los costos.