El tercer día del Festival de Cannes vio eventos cinematográficos varios: de unas películas artísticas a un clásico, pasando por una Masterclass de un Maestro, el corto de una Estrella de jóvenes, técnicas innovadoras y problemas de seguridad.
En competición, dos películas muy diferentes, pero ambas hablan de temas sociales. El francés Robin Campillo presentó su “120 Battements par Minute”, una película que cuenta magistralmente la lucha espectacular de Act Up-París, al principio de los años 1990, para hacer visibles los efectos dramáticos del Sida. Después de su película «Force Majeure», ganador del premio Un Certain Regard de 2014, el director sueco Ruben Östlund trae en competencia «The Square», una sátira lingüística y comentario social protagonizada por Dominic West, Elisabeth Moss y Terry Notary: drama social simple en el mundo del arte contemporáneo a veces embarazosa pero muy fuerte.

En la selección de la semana de la crítica fue presentada una película muy interesante: “Tehran Taboo” de Ali Soozandeh hecha con una mezcla de Croma y Animación llamada Rotoscopia. La película sigue a cuatro jóvenes de Teherán, Irán, en una desesperada búsqueda de libertad y felicidad, obligados a romper los tabúes de una sociedad islámica restrictiva.

Clint Eastwood presentó “Los Imperdonables” en el Festival de Cannes y recibió una standing ovation de 5 minutos de un público feliz. Ese mismo público fue testigo de una evacuación debida a un paquete sospechoso: falsa alarma, afortunadamente. Mientras tanto, Kristen Stewart, la estrella de “Twilight” presentaba su película como directora “Come Swim”, causando un par de desmayos en el publico, unas pocas horas antes de la proyección del clásico “Fiebre del Sábado por la Noche” de John Badham con John Travolta y Karen Lynn Gorney.