Madrid. EFE. Antes de Katy Perry, Take That o Lady Gaga, recientemente censurados en China, grandes figuras como los Beatles, George Michael o Madonna tuvieron que lidiar en regímenes democráticos contra un sentido timorato y represor de la cultura, que intentó en vano acallar sus voces.
Hablemos de China, Reino Unido, Estados Unidos o México, los motivos esgrimidos a lo largo de la historia para tratar de silenciar canciones han sido siempre los mismos: imágenes tachadas de obscenas, lenguaje grosero, presuntas herejías, críticas sociales, incitación al consumo de drogas o apología del terrorismo.
Destaca EEUU. wn la Super Bowl de 2006, los Rolling Stones hubieron de amputar del tema Start Me Up la frase you make a dead man come (que podría interpretarse como haces que un muerto se corra), y de Rough Justice la palabra cock, un sinónimo vulgar de pene.
La cadena MTV es la decana en la observancia del recato en los vídeos musicales, sobre todo respecto a cuestiones sexuales.