Fuente: Matt Kelly/MLB.com
El béisbol de liga menor empieza a probar una nueva tecnología que les permitirá a los receptores comunicarse electrónicamente con los lanzadores, en un intento por impedir el robo ilegal de señas.
La prueba se llevará a cabo con ocho equipos de Clase-A Baja de la Liga de California desde el 3 de agosto. El sistema desarrollado por PitchCom incluye un transmisor que va en la muñequera del cátcher y que tiene un par de receptores — uno dentro de la sudadera de la gorra del lanzador y otro en la protección del casco del careta. El transmisor tiene nueve botones de números que serán presionados por el cátcher. El primero indica el tipo de lanzamiento y su localización, con audios pregrabados en inglés o español (los equipos pueden grabar sus propios mensajes). Esa información será transmitida por un canal encriptado y reproducida con tecnología de conducción ósea.
Esta tecnología podría tener un gran impacto en la velocidad del juego, al eliminar la necesidad de los receptores de tener múltiples conjuntos de señas — o de tener que ir al montículo para ponerse de acuerdo – cuando hay corredores en las bases.
“Estamos emocionados por ver nuestra tecnología de PitchCom probada en condiciones de juego”, dijeron los copropietarios de PitchCom, Craig Filicetti y John Hankins a ESPN. “Como fervientes seguidores de béisbol, vimos la clara oportunidad de utilizar la tecnología para ayudar con los asuntos del robo de señas y de mejorar el juego que amamos”.
PitchCom garantiza que es imposible interceptar la comunicación encriptada entre el cátcher y el lanzador. Además, los jugadores que sean descubiertos con un aparato receptor serán expulsados durante la fase de prueba. Sólo los jugadores recibiendo el juego (no compañeros ni coaches) tendrán acceso al transmisor. Si hay una discusión por un problema con la conexión, el equipo les podrán notificar a los umpires para que no cuente la visita al montículo.