Mientras que la Federación de Fútbol de Estados Unidos y la Liga Profesional (MLS) fueron parcos a la hora de emitir sendos comunicados para lamentar la muerte de Diego Armando Maradona, los grandes rotativos del país dedicaron sus columnas y comentarios a valorar la figura y legado del exastro argentino.
El máximo organismo del fútbol estadounidense ofrecía un escueto comunicado a través de su página de Twitter en el se limitaba a escribir: «U.S. Soccer lamenta la perdida de una leyenda. Descanse en Paz, Diego Armando Maradona».
Por su parte el comisionado de la MLS, Don Garber, también a través de su Twitter expresó: «Junto con el resto del mundo, la MLS lamenta el fallecimiento del legendario jugador argentino Diego Armando Maradona, uno de los mejores que jamás haya jugado el deporte del fútbol».
Mientras que diarios como el «The New York Times», le dedica dos columnas a analizar y valorar la figura de Maradona en sus vertientes deportiva y personal.
Bajo el título de «El más humano de los inmortales», el matutino neoyorquino destaca que la leyenda argentina iluminó el deporte del fútbol, lo elevó a un arte, que no pudo ser empañado por todo lo que se hizo a su propia persona.
El mismo diario también le dedicó otra columna en la que lo coloca entre uno de los mejores del mundo, junto con el brasileño Pelé, gracias a su capacidad para sorprender y sobresalir en cualquier momento.
De acuerdo al New York Times, eso fue lo que hizo que siempre tuviese de su lado a los aficionados y a la crítica, pero también destaca que «sus excesos y adicciones oscurecieron su legado».
El diario «Los Angeles Times» dedica una columna especial a la figura del astro argentino y en la que se destaca que «Diego Maradona vivió su forma de jugar, con una alegría imprudente, producto de actuar a golpe de impulsos e infantilismo».
Factores, que de acuerdo al diario angelino, hicieron que Maradona causara estragos en el campo al convertirlo en el jugador más dominante y alegre de su generación.
Pero esa forma de ver y ejecutar el fútbol en el campo lo quiso mantener y aplicar en su comportamiento como persona y ahí fue donde comenzaron sus graves problemas extradeportivos a los que tuvo que enfrentarse durante su carrera profesional y cuando ya estuvo retirado.
El «Washington Post» define a Maradona como un deportista brillante, problemático, valiente, complejo y espectacular, que fascinaba con sus acciones en el campo.
«Pero que siempre vivió a toda velocidad, nunca satisfecho, atraído por las luces brillantes de la fama y la sensación de que podía estar por encima del bien y del mal», destacó el rotativo de la capital de la nación.
Otro de los grandes periódicos estadounidenses, el «Boston Globe», recuerda la presencia, en la ciudad, de Maradona con la selección Albiceleste durante el Mundial de 1994 cuando jugó su último partido con el combinado nacional.
Lo hizo ante Nigeria, en el antiguo Foxboro Stadium, y ya no jugaría más en el Mundial al ser expulsado al no pasar una prueba de dopaje a que fue sometido al concluir el encuentro, ni tampoco volvió con la selección de su país.
Mientras que la revista especializada «Sports Illustred», después de destacar todos los logros conseguidos por Maradona como futbolista, subraya que la gran «virtud» del argentino fue la de disfrutar siempre como un niño cuando tenía el balón en sus pies.
«Ese sentimiento, que pudo haber poseído más profundamente que cualquier ser humano que viviera en este planeta, es universal. Eterno», concluye la publicación especializada.