Grandes petroleras aceptan términos de Venezuela

Grandes petroleras aceptan términos de Venezuela

POR CAROLA HOYOS
En Kuwait

Muchas de las más grandes compañías petroleras internacionales aceptarán las demandas de Venezuela y firmarán contratos menos lucrativos, en lugar de perder miles de millones de dólares en inversiones y retirarse del mayor exportador de petróleo de las Américas a finales de año.

Rafael Ramírez, el ministro de Energía de Venezuela, dijo en una entrevista con el Financial Times la semana pasada que las compañías, incluyendo la anglo-holandesa Royal Dutch Shell, British Petroleum, del Reino Unido, Total de Francia y Chevron de Estados Unidos, acordaron todas otorgarle a PDVSA, la compañía petrolera estatal de Venezuela, participación mayoritaria en las concesiones y firmar nuevos contratos que las someterán a impuestos más altos.

BP confirmó que ya había acordado una transición hacia un nuevo contrato de riesgo compartido. Chevron, Shell y Total prefirieron no comentar sobre las negociaciones. Muchas de las compañías petroleras extranjeras más pequeñas ya habían firmado, pero los grandes grupos internacionales de energía hasta ahora habían estado luchando contra las nuevas medidas.

El gobierno de Venezuela, bajo Hugo Chávez, el presidente nacionalista, ha batallado durante más de un año por rehacer los contratos que se firmaron por gobiernos anteriores en los años 90, cuando estaban ansiosos por abrir su industria petrolera y atraer las compañías internacionales. El gobierno del señor Chávez amenazó con que las compañías perderían sus concesiones -que producen más de 500,000 barriles de petróleo al día-, si no acataban los cambios en los contratos antes del 31 de diciembre. El año pasado, PDVSA entrenó a su administración para asumir el 100% de las operaciones de las compañías si no aceptaban las exigencias del gobierno. Venezuela es uno de los principales suministradores de petróleo a EEUU, con un 15%.

Con el alza en los precios del petróleo, las grandes compañías están forzadas a aceptar nuevas condiciones, más rígidas y menos lucrativas en muchos países productores de petróleo. Sin embargo, con precios más altos y la falta de otras oportunidades, las compañías tendieron de mala gana a aceptar términos más duros. Con las elecciones que se producen y seguirán en varios importantes países productores de petróleo y gas, incluyendo México, Ecuador, y recientemente Bolivia, los ejecutivos de las compañías temen que el resultado sean gobiernos decididos a asumir un mayor control de sus recursos energéticos.

Al cierre de la reunión de la OPEP la semana pasada, el cartel del cual Venezuela es un miembro fundador, el señor Ramírez dijo: “El problema con los contratos de servicios era que su condición era más similar a una concesión. Perdimos mucho dinero y pagaban impuestos diseñados a actividades no-petroleras, que eran solo de 34%, en lugar de 50%. Y el gobierno no tenía ningún control”. Mientras tanto, las compañías podían deducir sus costos, que subieron en la medida que se incrementó el precio del petróleo. Con precios que se dispararon en los últimos años para el petróleo, “lo que tuvimos que pagar por los barriles era más de lo que obteníamos”, dijo el señor Ramírez.

Aunque los detalles de los nuevos contratos están pendientes de acuerdo con las 22 compañías petroleras internacionales afectadas, PDVSA tendrá una participación de 51%; el aumento en los precios del petróleo ya no seguirá vinculado a los costos, y los impuestos estarán más cerca del 50%, dijo el señor Ramírez.

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