Grandes retos de la República Dominicana

Grandes retos de la República Dominicana

Si se me pidiera que señalara cuáles son los retos que la República Dominicana tiene que afrontar en los próximos años, mencionaría de inmediata la necesidad de mantener el esfuerzo por mejorar el clima de negocios. Esto pasa por i) preservar la estabilidad macroeconómica; ii) consolidar el sistema financiero; iii) asegurar reglas de juego claras; iv) consolidar las finanzas públicas; v) desarrollar un aparato gubernamental que sea competitivo y pro-competitivo, y que opere como regulador y facilitador (nunca como una retranca ni como competencia) a los sectores productivos; y vi) consolidar un sistema de infraestructura y logística que sea eficiente y facilitador de una fluida integración del mercado nacional a los mercados internacionales.
Mencionaría, además, otro reto enorme: desarrollar las ventajas competitivas, en términos de i) intensificar la inversión en formación de los recursos humanos; ii) garantizar el acceso pleno de la población a un eficiente sistema de salud; iii) apoyo a la innovación y a la investigación; iv) difundir una cultura de calidad como clave para competir en los mercados; v) potenciar la inserción de las Pymes en nichos dinámicos de mercado, del turismo y de las grandes empresas; vi) incentivar la inserción del aparato productivo en cadenas productivas de alto valor agregado; vii) potenciar la integración del aparato productivo, propiciando el desarrollo de las cadenas de valor; y viii) apoyo a la eficiencia de las actividades agropecuarias con potencial en mercados.
Lo que se busca es desarrollar un modelo en el que la economía crezca, pero surtiendo impactos positivos en términos de desarrollo social. Que sea eficiente en términos de inclusión productiva y por tanto de inclusión social, en la medida que genere empleos de calidad ya que la mejor llave para incluir socialmente es el empleo de calidad. Se trata de apostar siempre al crecimiento; pero un crecimiento que sea resultado de políticas y estrategias orientadas explícitamente a la creación de empleos de calidad. Es superar la situación actual caracterizada por el hecho de que 56 de cada 100 empleos son informales.
Se trata de lograr un crecimiento basado en la apertura, pero con productividad y competitividad; y en producción con mayor contenido tecnológico, basado en calidad, cuestión de detener y revertir la persistente brecha comercial. Un crecimiento basado en más y mejor articulación productiva, con integración “hacia atrás” y “hacia delante” en cadenas de valor. Es apostar a un crecimiento basado en un proceso de reindustrialización, reconociendo al sector industrial como integrador por excelencia del aparato productivo.

Afrontar de manera efectiva los grandes retos mencionados hace que sea pertinente que gobierno y sociedad den un paso adelante en términos de repensar el actual modelo de crecimiento a fin de aprovechar ahora las oportunidades competitivas que ofrece la presente revolución tecnológica, oportunidades que nos permitan propiciar la inclusión productiva con empleos de calidad.

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