POR DIOMELO MARTíNEZ
El público que asistió el martes al recital del joven pianista dominicano Marcos Grano de Oro, se dio banquete.

El nóvel músico puertoplateño tuvo una ejecución magistral  con  el cruce de manos sobre las  blancas y negras.

Grano de Oro  deleitó a todos mientras interpretaba  “Preludio y fuga”    (en sí menor), de Juan Sebastián Bach.

   El pianista, de 24 años, prosiguió su itinerario y a seguidas, con la ovación de los asistentes, ejecutó   “Quiéreme”  y “Cuando vuelva”, dos piezas de su autoría,    de línea romántica-clásica,  estilo con el que se identifica.

Desde muy pequeño, Marcos fue hechizado por la música e influenciado por su padre, quien tocaba  piano en la Iglesia Evangélica Dominicana, religión a la que pertenece. Su progenitor le inculcó la devoción que hoy expresa a través de este instrumento.

Actualmente  cursa el primer año de  maestría en interpretación en la universidad de Missouri, Estados Unidos, donde es asistente del profesor

A partir de entonces se inscribe en clases de piano y a muy temprana edad gana el concurso  “Por nuestro país primero”, lo que le da el pasaporte para estudiar en la Escuela Elemental de Música de Santo Domingo.

El joven pianista, que ya ha compuesto 16 piezas,  presentó su recital en el marco de la celebración de los veinticinco años del estudio Dina, de donde fue alumno, como parte  de las actividades de los cursos de apreciación musical que dicta la profesora Catana Pérez de Cuello en la sala de la Cultura del Teatro Nacional Eduardo Brito. Entre sus logros figuran: pianista invitado (concierto de la Presidencia, dirigido por José Antonio Molina), participante en el Primer Encuentro Iberoamericano de Estudiante de Piano (celebrado en Cuba) y Tercer lugar en la XII competencia de piano de Puerto Rico.