Gravar los negocios pequeños con un impuesto de 1.5% sobre las ventas brutas sería acabar de hundirlos, afirmó ayer el empresario Celso Marranzini Pérez, quien también cuestionó la propuesta de reforma fiscal que pretende gravar con un 10% adicional las llamadas telefónicas.

«Creo que empezar a discutir si se grava a los pequeños con un 1.5 por ciento es un disparate, ya que gravar a un negocio pequeño es acabar de hundirlo, porque casi todos están quebrados», dijo .

Refirió que la opinión de varios expertos en asuntos tributarios de que la carga fiscal debía ser aumentada para llevarla a un 20 por ciento, es lo mismo que decía Cavallo, economista y funcionario del gobierno argentino hace unos años, quien luego terminó pidiendo excusas al pueblo argentino por los disparates que cometió.

«Como principio yo no creo que las actividades productivas soporten más gravámenes. Creo que si realmente nos vamos a la esencia de cómo está el sector empresarial en general, se determina que hay que ser muy cuidadoso con los impuestos. Aquí lo primero que hay que hacer es una discusión bien amplia», puntualizó.

Lo fundamental en estos momentos, afirmó Marranzini, es que se discuta y determine qué se quiere en materia impositiva y qué es lo que más conviene, tomando en cuenta la realidad nacional.

El empresario se expresó en esos términos al cuestionar las propuestas de reforma fiscal que se discuten en el país y que según expertos nacionales e internacionales, lo que se busca es elevar la presión tributaria de un 16% a un 20 por ciento, ampliar la base del ITBIS y gravar una serie de servicios y actividades, entre estos los intereses que ganan los depósitos bancarios con 10%.

El empresario Celso Pérez dijo que la reforma fiscal se debe ver en conjunto, porque si se sigue de manera individual, en el país nunca habrá un reforma fiscal completa y equilibrada.

Sobre la propuesta de reforma tributaria que se presentó al Poder Ejecutivo y que pretende gravar con un 15% los servicios profesionales independientes por adelantado, refirió que estos ya están gravados con un 10 por ciento.

Sostuvo que antes de gravar los servicios profesionales o poner un gravámen adicional a las llamadas telefónicas de un 10 por ciento lo que habría que hacer es determinar lo que sucederá con el ITBIS.

Otros puntos que las autoridades deben tener bien claro es lo que se pretende con la reforma: eliminar impuestos obsoletos, o aumentar la carga fiscal.

Estimó que en República Dominicana lo que se debe buscar es cómo se relanzarán los negocios pequeños, medianos y hasta los grandes, afectados significativamente por el proceso de devaluación que afecta el país y que está llevando a todo el mundo a la quiebra.

Afirmó que la reforma fiscal debe verse como un conjunto, no individualmente, porque lo importante es simplificar las tasas y buscar que la gente pague y que a los recursos generados se les dé buen uso.