Grave perjuicio

Grave perjuicio

Siempre se ha dicho, como recriminación al activismo sindical de los maestros, que en la República Dominicana se imparte un número insuficiente de horas de docencia, y que ése es uno de los principales déficits en materia de educación.

Es verdad que los maestros agotan una porción importante del tiempo que deben dedicar a las clases, a asambleas y otros menesteres relacionados con el sindicato que los agrupa. Pero no es menos cierto que los apagones se han constituido en enemigo número uno de la docencia nocturna.

Un trabajo de nuestra reportera Marien Capitán enfoca de manera patética el daño que están causando los apagones en la educación nocturna, hasta el grado de que en algunos planteles cada estudiante ha tenido que llevar velas para poder tomar un examen.

Es una vertiente bastante dolorosa de la crisis energética, pues está afectando un renglón -la enseñanza- de grandes debilidades, de mucha deserción y que se desenvuelve en condiciones generalmente contrarias a las recomendaciones de la práctica docente.

En muchos planteles no hay plantas de emergencia y eso cierra toda posibilidad de docencia nocturna en épocas de apagones, como la actual. En otros, en los cuales se dispone de plantas, no hay una asignación para combustibles y éstos tienen que ser adquiridos mediante colectas entre estudiantes y profesores, y en un tercer grupo las plantas sencillamente reventaron por exceso de uso y no hay presupuesto para reparaciones.

Así las cosas, a los enormes perjuicios económicos que provocan las interrupciones del suministro de energía eléctrica hay que sumar pérdidas de orden social, en horas de enseñanza, que será muy difícil recuperar.

Ciertamente, el país atraviesa una severa crisis financiera y los apagones son una de sus consecuencias directas, pero estamos obligados a buscar alternativas que permitan disminuir el número de horas perdidas en el ámbito de la enseñanza, que debe estar entre las prioridades de estos momentos críticos.

[b]Renove[/b]

Un informe de la auditoría hecha por la Contraloría Gerneral de la República sobre el denominado Plan Renove señala irregularidades graves en la adquisición, distribución y registro de vehículos que estarían destinados al transporte de pasajeros. Es como si se tratara de la crónica de una muerte anunciada.

Desde el principio advertimos acerca de la proclividad de estos programas a fomentar irregularidades, ya sea por malas prácticas en la adquisición de las unidades o por una distribución poco transparente.

También habíamos advertido que era contraproducente tratar de solucionar los problemas del transporte de pasajeros distribuyendo unidades de pequeña capacidad, como los denominados «pollitos» y «garzas».

El informe de auditoría indica que fueron violados los procedimientos del Plan Renove en lo que concierne a compra y contrataciones de bienes y servicios, y que inclusive fue violado el Código Tributario.

Suponemos que esta auditoría será formalmente puesta en manos del Ministerio Público para que realice una investigación que permita establecer responsabilidades y aplicar las sanciones que dispone la ley.

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