Hoy en día la yagua no tiene un uso importante, como pasaba en los años veinte, cuando este material era de suma importancia para cobijar los techos de los hogares y era utilizado por los niños para pasar divertidas tardes deslizándose sobre ellas.
Ahora, debido a que no tiene prácticamente ningún uso, es desechada en los campos dominicanos generando desechos sólidos que afectan el medio ambiente.
Sin embargo, Porfirio Báez, un joven emprendedor comprometido con la preservación del medio ambiente, ha encontrado en este “desecho” una materia prima muy valiosa.
Sacar provecho de la yagua de palma natural fue la sabia idea que le llegó a este joven ingeniero industrial fundador de Green Depot, empresa comprometida desde sus inicios en la protección y preservación del medio ambiente.
Báez cuenta que en el año 2011 fundó Green Depot, que se dedica a la venta de productos de consumo masivo amigable con el medio ambiente.
“Luego de cinco años en el mercado dominicano llegamos a un punto en que ya teníamos que actualizar el inventario y agregar nuevos productos, por lo que consideramos que era necesario hacer un análisis sobre los logros más relevantes, así como qué tanto habíamos impactado el medio ambiente. Ya sabíamos la parte económica, que era bastante sostenible y estaba estable, pero queríamos saber a ciencia cierta cuál era el impacto ambiental”.
Es en este momento cuando chocan con una dura realidad: luego de ese análisis, él y su equipo se dieron cuenta que no habían logrado mucho en la protección del medio ambiente debido a que los productos que comercializaban eran importados, por lo que era necesario transportarlos, lo que implicaba emisión de dióxido de carbono y quema de combustible.
Básicamente contaminaban lo mismo por el transporte, que vendiendo un producto tradicional hecho con derivados de petróleo.
Este joven ingeniero explica que Green Depot nació con una convicción bastante clara: primero, hacer negocios y segundo proteger el medio ambiente, por lo que cuando, luego del estudio, se dieron cuenta de que no estaban cumpliendo con el segundo pilar de la empresa: cuidar el planeta; decidieron hacer un cambio en el modelo de trabajo.
Este fue el motor de cambio en la proyección de la empresa. Para dejar de importar era necesario fabricar, por lo que surgió la pregunta sobre qué podían fabricar.
En la línea que habían trabajado antes tenían desechables ecológicos de diferentes líneas, fabricados principalmente de bagazo de caña y almidón de maíz importados; sin embargo, iniciar una industria de fabricación con esas dos materias primas era muy costoso, por lo que la idea fue desechada y se decantaron por la yagua de palma, un material orgánico que se degrada entre 30 y 45 días luego de su uso.
“El tema de proteger el medio ambiente no debe ser un elemento especial de las empresas que se dedican a eso, sino que debe ser parte esencial en las operaciones de lo que sea que se haga”, recalca este apasionado de la protección del medio ambiente.
Obtención de la materia prima. Uno de los elementos a considerar es que esta materia prima es desechada de manera natural por las palmas, por lo que no es necesario tumbarlas, contribuyendo de este modo a la preservación de los bosques de las diversas comunidades.
Otra de las ventajas de utilizar este material es la generación de empleos de diversas comunidades dominicanas.
“Nosotros, como empresa, siempre tuvimos la visión de tener un impacto en la gente y en la sociedad, y cambiar el modelo de negocio nos ofreció esa oportunidad”, asegura.
Actualmente familias de comunidades de San Cristóbal, Monte Cristi, Monte Plata, Barahona y Santo Domingo venden las yaguas a esta empresa, lo que les permite generar ingresos sin necesidad de salir de sus comunidades.
“La inclusión del impacto social fue un elemento que adicionó mucho valor y orgullo dentro del proceso interno”, expresó Báez.
Presentaciones. Actualmente Green Depot ofrece al mercado platos desechables número 9, llanos, número seis y bandejas de 11 x 7 pulgadas, todo elaborado ciento por ciento en yagua.
Y esto no se detiene. Ya tienen en carpeta más de veinte modelos que serán lanzados próximamente.
Sobre el uso y durabilidad de los platos, Báez explicó que son desechables y fueron diseñados para un solo uso; sin embargo, dependiendo del uso, sobre todo en el área doméstica, se pueden reutilizar hasta dos veces más.
“Estos productos permiten ser utilizados en comidas líquidas y solidas, así como productos fríos y a altas temperaturas, tan calientes como salidos del horno, sin riesgo de que el material se queme. También es posible utilizarlos en el microondas y horno con un límite de tiempo”, explicó orgulloso este joven emprendedor.
Actualmente, los productos de Green Depot pueden ser adquiridos en Terra Verde y en Diseño Local Store, en Santo Domingo.