Ninoska Cuevas 
Gregory Adames, exempleado de la discoteca Jet Set, rompió el silencio y afirmó tener pruebas cruciales sobre el colapso del techo del establecimiento, ocurrido el pasado 8 de abril y que dejó un saldo de 236 personas fallecidas y más de 180 heridas.
Expresó que teme por su vida debido a la información que maneja y responsabilizó publicamente a la familia Espaillat, propietaria del emblemático centro nocturno, de cualquier cosa que pudiera sucederle.
«Quiero decir públicamente que, mediante las pruebas que yo manejo, si algo me llega a pasar, está claro de dónde viene. O sea, públicamente yo hago responsable de cualquier cosa que a mí me pueda pasar, a la familia Espaillat. Ya sea que yo no aparezca, o aparezco por un accidente, o un atraco o intercambio de disparos. Yo no voy para ningún lado, no me voy a desaparecer para ningún lado, yo no estoy enfermo, simplemente quiero estar tranquilo», sostuvo el joven.
Agregó que decidió hablar ahora al observar, según sus palabras, la falta de humanidad mostrada por el señor Antonio Espaillat hacia los familiares de las víctimas y los empleados del Jet Set. También aseguró que su intención no es hacer daño, sino que se conozca la verdad sobre el trágico hecho.
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«Decido hablar ahora porque yo siento que una tragedia puede pasar, pero lo que habla mucho después de es tu actitud, tu forma de ser con esa persona afectada, con tus empleados, clientes que tienen más de 20 años asistiendo todos los lunes. Entonces, al ver que solamente se divulgan mentiras, falsas informaciones, se acaban a los empleados, que no tienen nada que ver con eso, se dicen cosas que no son y no se ve una parte humana del dueño, me duele», pronunció Adames.
Del mismo modo, denunció que todo el personal del Jet Set fue desvinculado y que, al momento de su salida, les hicieron firmar un descargo, presuntamente con la intención de evitar futuras demandas.
«Me duele porque yo tengo dos meses callado sin hablar con ningún medio ni buscar ningún tipo de forma económica, y simplemente los empleados se liquidaron y se desvincularon de la empresa. Pero no es solo la liquidación, es que dentro de la liquidación te traen un descargo que firmaron, todos firmaron inconscientemente. Entonces, ¿ese es el agradecimiento que tú le das a tu empleado que duró tantos años contigo?», cuestinó.
«Después de ese día, se me fue la vida”
Gregory Adames, quien se desempeñó como encargado de logística y eventos en el Jet Set desde 2018 hasta su despido, también narró el calvario que ha vivido tras la tragedia, al punto de asegurar que ese día sintió que perdió la vida.
«Después de ese día yo siento que la vida se me fue, que se me fue la felicidad, yo no puedo escuchar una música, no puedo escuchar a nadie, simplemente quiero estar lejos, tranquilo. Pero, gracias a Dios, he tenido muchas amistades que me han apoyado, la familia, y ver a mi hijo y esposa es lo que me da aliento para seguir», expresó el exemplado con la voz entrecortada, mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.
Continuó: «Tengo dos meses que yo no puedo hacer nada, yo no tengo ánimas de trabajar, no tengo esas fuerzas que tenía antes, porque a veces me confundo en el teléfono porque veo cosas y se las quiero mandar a alguien con quien hablábamos mucho, y después que abro el teléfono es que me acuerdo que no está».
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Precisó que con sus declaraciones no se convierte en un traidor a Antonio Espaillat, ya que —según dijo— los empleados fueron los primeros en ser traicionados por él.
«Ahora solamente se habla de lo que sale en los medios, la información de Gregori, de que traicionó a Antonio. No es una traición. La traición estuvo primero de ellos a nosotros. A nosotros nos dejaron que cada quien resuelva como pueda su problema», declaró Gregory.
Solo espera que se haga justicia
El joven, además, expresó su deseo de que las autoridades dominicanas hagan justicia, no por él, sino por cada una de las víctimas del derrumbe y sus familiares.
«Que la justicia dominicana se olvide del poder, del poder económico, de la fuerza, y que salga la verdad. Que si le toca cárcel, que le toque; si le toca resarcir, pues que le toque, porque una vida no se compra, no se paga, pero sí debe de haber algún tipo de consecuencia con esto para que no siga pasando, para que no sigamos pensando que el dinero es más valioso de lo que le pueda pasar a una persona. Con dos pesos, en comparación, se podía haber resuelto lo que estaba pasando allí, y había el dinero, no se puede decir que no estaba», espuso.
Asimismo, Gregory Adames hizo un llamado a Antonio Espaillat a reflexionar sobre sus errores y recordar que los bienes materiales se quedan en la tierra cuando la vida termina.
«Lo único que le puedo decir a don Antonio es que recuerde bien esa fecha para que pueda evaluar sus errores, y recordarse siempre que hay un Dios que todo lo ve, que los imperios, las cosas, las fortunas y todo se quedan el día que nosotros terminamos en la tierra, que es mejor ser más humanos y olvidarse de tener el bolsillo lleno», manifestó.
Las palabras de Gregory Adames fueron pronunciadas durante una entrevista para el canal de YouTube Sin Careta TV.
