Choferes y propietarios de minibuses desplazados por la línea 2 del Metro, así como comerciantes de Gualey afectados por la extensión de la obra, advirtieron al director de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret), Diandino Peña, que el progreso no se puede construir sobre la base de violar el derecho a la vida y a la vivienda. De su lado, los choferes y comerciantes aclararon, por separado, que no se oponen al progreso que señala el funcionario, pero no sobre la base de destruir fuentes de trabajo a cientos de choferes y llevar a la quiera a los pequeños negocios.

Catalino Fabián Rodríguez, presidente del Sindicato de Choferes y Propietarios de la Ruta 17, alertó que seguirán en pie de lucha, debido a que el Metro ha dejado a más de 400 trabajadores sin el sustento de sus familias.

De su lado, Nelson Jiménez, presidente de la Asociación de Comerciantes de Gualey, deploró las declaraciones del director de la Opret, en el sentido de que el progreso requiere del sacrificio de todos los sectores.

Consideró que no hay progreso cuando para construir un Metro se destruyen sectores como los pequeños comerciantes de Gualey, que luego del desalojo de los vecinos están a punto de desaparecer.