Grieta en calle cubre cañada del Diablo amenaza con desplome viviendas Zurza

Grieta  en calle cubre cañada del Diablo amenaza con desplome viviendas Zurza

Una gran abertura en la calle Héctor J. Pérez, que cubre la cañada del Diablo, en el barrio La Zurza, Distrito Nacional, amenaza con el desplome de apartamentos en su cercanía, mientras esa fuente seguía ayer transportando químicos hacia el río Isabela.
La situación provocó la alarma del Bloque de Organizaciones Comunitarias y Sociales Ozama e Isabela, cuyos dirigentes desarrollaron una rueda de prensa sobre la zona de peligro para llamar la atención del Ministerio de Obras Públicas y de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret).
Francisco Reyes, quien sirvió de vocero del Bloque, exigió la reparación inmediata de la vía, ya que a medida que pasan los días el hoyo se hace más grandes, por lo que teme en poco tiempo algunos apartamentos que están a pocos metros se desplomen.
Reyes, presidente de la Fundación de Saneamiento Ambiental Integral (Funsai) recuerda que llevan más de 10 años demandando el arreglo de la vía sin que las autoridades presten atención, por lo que las responsabilizan de cualquier desgracia que ocurra.
Dijo que la tronera en la calle Héctor J. Pérez podría hacer colapsar los edificios E-4, E-5 y otros del residencial Brisa del Isabela, con consecuencias fatales para quienes los habitan.
Opret incumple. De manera especial llamó la atención del director de la Opret Diandino Peña, para que cumpla con las obras colaterales de la primera línea del Metro de Santo Domingo con las que se comprometió en el 2005, de la que forma parte la calle señalada, que fue destruida con el tránsito de los vehículos pesados de ese organismo.
Recordó que Diandino Peña se comprometió con la construcción de los apartamentos de las familias del Hoyo de La Zurza, desalojadas de su hábitat de la margen del Isabela para dar paso a la construcción de la primera línea del Metro, así como con el arreglo de las calles y la construcción de un parque de recreación.
Indicó que todavía faltan por reubicar 79 familias, de las que 50 habitan en igual cantidad de viviendas, tipo barracones, a orilla del río Isabela, mientras 29 andan por las calles con sus papeles en mano.
Lamentó que a doce años de ese compromiso, Diandino Peña no haya cumplido mientras la zona ahora se encuentra más deteriorada y contaminada que antes.
El hedor. A esto se agrega el hedor que emana de las cañadas del Diablo que ayer trasladaba sus químicos totalmente gris hacia el río Isabela, así como la de Pepe, llenas de desechos sólidos y aguas residuales en la misma zona.
Como consecuencia del estado de la cañada de Pepe se encuentra en cama Ramón David Castillo, de 37 años, denunció su compañera María Susana Día, preocupada porque tiene dos hijos pequeños que podrían ser afectados en cualquier momento.

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