Miguel Batista es culto, inteligente y poeta, y eso lo hace ser un pelotero profesional muy especial.
Lanzó durante 18 años en Grandes Ligas, ganó 102 juegos y salvó otros 41, y ponchó a 1,241 bateadores.
¡Tiene un anillo de Serie Mundial con Arizona!
Sin embargo, como muchos peloteros dominicanos, tuvo que superar muchos obstáculos.
Batista recuerda que entre el grupo de jugadores amigos, el último en firmar fue él.
Cuando lo firmaron, los vecinos gritaron: “Firmaron al muerto”.
Eso simplemente lo motivó y lo llevó a ganar muchas batallas.
Durante una charla en la Academia La Javilla, Batista deslumbró.
“Jugar pelota no es un juego, es algo muy serio”, advirtió.
Ser inteligente es lo que te permite entender las estrategias, conocer más el juego y aplicar las reglas de lugar.
“Estudiar el juego es clave”, dijo Batista a los niños de La Javilla.
Expuso que el jugador debe aprender temprano a manejar la presión del público y la prensa. “Yo jugué con hambre cada año. Cuando no tienes motivación todo se desploma”, agregó.
Batista le dijo a los niños que cuando algo es difícil de lograr, entonces se disfruta más.