Grupo aboga instaurar nuevo tipo de Estado

<p>Grupo aboga instaurar nuevo tipo de Estado</p>

POR LUIS M. CARDENAS
El Movimiento Restaurador Duartiano (MRD) abogó ayer por el establecimiento de un Estado que ponga freno al deterioro moral y combata seriamente el narcotráfico, la delincuencia y la corrupción.

Asimismo, que tenga claras prioridades de inversión, un manejo de los fondos públicos con austeridad y transparencia, que rompa el círculo vicioso de la pobreza enterrando las causas que la generan y redistribuyendo la riqueza social.

Durante un acto en la Plaza Bolívar, al dar a conocer el nuevo movimiento político social, Fidel Santana, expresó que la gran alianza que proponen estaría basada en un programa mínimo consensuado por el conjunto de organizaciones, con el propósito de establecer la República Democrática sobre aspectos coincidentes y sujetos a discusión.

El acto estuvo encabezado, además de Santana, por Amparo Chantada, Michael Miguel, Monchín Pinedo, Alfonso Torres, Evangelista Ramírez y Corina Melenciano, entre otros.

Proponen también un Estado soberano, independiente, hermanado a las demás naciones sobre la base del respeto mutuo, la cooperación y la solidaridad, que propicie el bienestar colectivo, la salud, educación, vivienda, trabajo, tierra para los campesinos y apoyo a los pequeños y medianos productores. Asimismo, plantean un Estado reinstitucionalizado a través de una constituyente popular, que respete sus propias reglas, que establezca la revocación de mandato y sea garante de los derechos humanos y ciudadanos, enterrando para siempre cualquier privilegio que contribuya a la desigualdad.

Ante cientos de personas, dijo que el MRD no pretende existir como espacio orgánico permanente, sino contribuir a la articulación de una gran alianza de fuerzas progresistas, revolucionarias, patrióticas y  antiimperialistas, que conformen un gran frente popular, capaz de constituirse en opción de poder.

Santana dijo que el nuevo movimiento de ciudadanos propone un Estado que garantice el respeto al medio ambiente y la explotación racional de los recursos naturales y construir una gran alianza, tan amplia, flexible y diversa como lo es el pueblo dominicano, una articulación que se inserte en toda la geografía física y social.

Manifestó que esa gran alianza estaría fundada en la idea de que nadie es centro o vanguardia de la dinámica, sino periferia de todos, convirtiendo lo que es una aparente debilidad en una gran fortaleza, en capacidad para dar respuesta al desafío.

Explicó que la alianza que plantean construirá un liderazgo colectivo, confiable, comprometido y participativo, bajo el criterio de que mientras más líderes mayor capacidad de aglutinación, que combinará autoridad moral, autoridad intelectual y autoridad práctica.

Dijo que en esa alianza que proponen, los líderes serán los que más aporten, los que más den de sí, no los que más reciben, un liderazgo que combinará su vínculo real con el pueblo local y la representación de las aspiraciones nacionales.

Un liderazgo consciente y dispuesto a jugar el papel que el pueblo le asigne, que no se cree predestinado a nada,  que propiciará la rendición de cuentas y la derogación del mandato ineficaz en la propia dinámica y que estimulará la rotación de funciones, añadió.

Manifestó que ese espacio no tiene en su agenda el lanzamiento de candidatos y que estarán prestos a contribuir con todas sus energías para levantar con fuerza la propuesta política que resultare del acuerdo de conjunto.

Manifestó que frente a la situación nacional e internacional han decidido constituirse en propuesta política, en parte de la conciencia colectiva que clama por la unidad de los sectores progresistas, en circunstancias aciagas como las actuales que el pueblo clama por alguna certidumbre.

Santana dijo que llegaron a ese encuentro luego de realizar decenas de conversatorios en distintos puntos del país, con el propósito de acercar y articular a mucha gente progresista que no se organiza en la izquierda orgánica por la rigidez de las estructuras y por el propio fraccionamiento que le ha caracterizado, pero que cree en la posibilidad de un gran proyecto progresista y revolucionario.

Criticó el estilo de vida de las elites globalizadas, basadas en el despilfarro y la opulencia, mientras la mayoría del pueblo, sobrevivientes precarios, con la mayor parte de sus necesidades fundamentales insatisfechas.

Dijo que paralelamente al desmonte de la industria nacional y las empresas públicas o estatales, la economía dominicana ha sido transformada en una economía de servicios con graves distorsiones que la hacen insostenible.

Manifestó que el turismo, que es uno de los pilares de esta estrategia, es poco respetuoso del medio ambiente, mientras que el impacto cultural y en el medio ambiente, junto a los problemas de prostitución, drogas, enfermedades sexuales, abuso infantil, son secuelas transversales que abren grandes interrogantes sobre la viabilidad de un proyecto nacional sustentado en esa dinámica. Explicó que las zonas francas y las remesas son dos caras de la misma estrategia que ha relegado al país a la condición de suplidores de mano de obra barata, en las condiciones laborales “más azarosas”, sin derecho a sindicalización y con salarios de miseria.

Aseguró que todas las condiciones de privilegio otorgadas a la producción de zona franca para entrar al mercado norteamericano están condenadas a desaparecer, forzando a una competencia con países que ostentan mayores ventajas comparativas, mientras que los dólares de las remesas no podrán contribuir al desarrollo de la producción nacional, ya que con la entrada en vigencia del tratado comercial gran parte de estos retornará a su lugar de origen como pago a las importaciones de bienes y servicios que invadirán el país.

Sostuvo que la nación presenta graves problemas estructurales, que se combinan con serias dificultades en la esfera política e institucional, con un Estado poco institucionalizado, que opera como una entidad corporativa al servicio descarado de las elites de poder económico, sintetizando la descomposición de toda la sociedad en la dinámica corruptora y corrupta que se articula alrededor de todas las instancias del poder.

“La corrupción estatal se pasea impune y se abraza con el dinero del narcotráfico que financia candidaturas o con banqueros estafadores y ladrones que mantienen nóminas de jueces, generales, periodistas, lideres políticos y jerarcas religiosos, sin que el sistema pueda reaccionar, al tiempo que se levantan las voces iracundas de muchos de los que han convertido a Sodoma en una caricatura, clamando venganza contra la delincuencia común que asalta y roba celulares. Limpieza social, muerte a la delincuencia, proclaman, mientras exhiben la opulencia que les niega el pan, la educación, la vivienda, la salud a una proporción significativa de la población”, expresó.

Santana entiende que en las últimas décadas, la imposición de la versión neoliberal del capitalismo ha convertido al país en una gran  máquina de fabricar pobres, mientras que los paliativos y remiendos sociales caminan en dirección contraria a las aspiraciones populares.

Dijo que en la sociedad dominicana siguen como tareas pendientes la superación de trabas de la pre modernidad, como el mantenimiento de castas y estamentos privilegiados, donde todavía la gente tiene necesidad de poner delante los títulos de general, diputado, doctor, o miembro del partido para que le abran las puertas de alguna oficina.

Manifestó que en la justicia las leyes se aplican dependiendo del abolengo familiar o de las condiciones sociales, mientras el sistema político basado en el tripartidismo está agotado y es la causa y el origen de todas las perversiones de la llamada etapa democrática, que ha devenido en partidocracia de elites.

Dijo que cada iniciativa por ganar o mantener el poder es una acción clientelar, un negocio de compra y venta en el que desaparecieron las ideologías, los paradigmas, las lealtades y que la política ha devenido en una pocilga donde todos se han bañado en el lodazal.

“El ejercicio del Poder no es más que un medio vil para el enriquecimiento, para perpetuar privilegios, para envilecer a los desgraciados y humillarlos con el soborno y la limosna a que obliga la sobrevivencia”, sostuvo.

Explicó que ante esa situación sombría han decidido de que a pesar de las dificultades es posible construir un país donde la gente viva con dignidad, recuperando el legado duartiano que propugnaba por una espiritualidad ligada a la justicia, la libertad y la independencia. 

“Muchos creemos en la unidad, siempre que nuestra organización o alguno de nuestros dirigentes lleven la voz cantante y todos hablamos de unidad siempre que necesitamos que los demás nos apoyen. Todos vemos la unidad como un cauce grande, pero la practicamos como el chorrito de agua limpia en que se convierte un rio cuando se está secando”, sostuvo.

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