Miami. EFE. El primer disco del grupo dominicano Criollo, titulado Bahire, es una mezcla de las raíces caribeñas de Montreal (Canadá) y sus tradiciones norteamericanas, con el cual la agrupación busca imponer un nuevo ritmo en las generaciones más jóvenes.
Queremos que nuestra cultura esté presente porque la generación nueva está demasiado concentrada en la cultura norteamericana. No bailan merengue, ni bachata. Sólo escuchan a Puff Diddy, dijo a Efe José Chiro Mata con ocasión de su gira de promoción en Miami.
Los deseos de Mata son compartidos por el resto de los integrantes de Criollo: Alexis El Gordo Grullón, quien se define como un rapero que afina, Gilberto Giby Capellan, que además de cantar pone el sonido de la guitarra, y Salvador Sol Valdez, quien se encarga de la percusión.
El cuarteto aseguró que goza de un lugar privilegiado porque son el grupo urbano en español más conocido que ha pasado las fronteras canadienses.
En Montreal han actuado en los conciertos del salsero dominicano Jose Alberto El Canario y artistas puertorriqueños como el reguetonero Tego Calderón, el merenguero Elvis Crespo y el rapero Fat Joe.
Criollo ha contagiado con su ritmo Bahire.
ZOOM
Ambición
Hacer buena música
Los integrantes de Criollo saben muy bien qué es lo que desean hacer como músicos: crear algo diferente, y no limitarse a imitar el ritmo del momento.
El disco
Bahire, el álbum, es la tarjeta de presentación del cuarteto, que no se ha limitado a poner un número de temas en español.