Grupo de ingenieros sigue en vigilia

Grupo de ingenieros sigue en vigilia

POR GERMAN MARTE
Agotados luego de seis días de piquetes, pero sin perder las esperanzas, decenas de ingenieros contratistas de obras del Estado continuaban ayer en vigilia frente al Palacio Nacional presionando para que el gobierno les pague una deuda millonaria que ha llevado a muchos de ellos a la quiebra.

Faltando horas para el traspaso de mando de Hipólito Mejía a Leonel Fernández, los ingenieros seguían frente a la Oficina Supervisora de Obras del Estado, justo ante la entrada principal de la casa de gobierno. Alrededor de su manifestación se ha montado una vigilancia militar. Desde hace tres días el piquete se mantiene de día y de noche.

Con pancartas en las cuales expresaban sus demandas y lanzando consignas de viva voz, los ingenieros trataban de llamar la atención de las autoridades y de las dignatarios extranjeros que ayer fueron recibidos con honores por el presidente Mejía.

«Ingeniero al borde del suicidio», decía una de las pancartas sostenida por uno de los piqueteros. Otra rezaba «Hernani, no más atropellos a tus colegas».

Pero sus súplicas «no lograron ablandarle el corazón» a su colega Hernani Salazar, director de la Oficina Supervisora y ya designado senador de la República, dijo una de las afectadas.

Como en días anteriores, ayer, cada cierto tiempo se les prometía que «en media hora» les avisarían, pero la respuesta final nunca llegaba.

“Tenemos más de ocho meses que terminamos nuestras obras y no nos han pagado. Hemos visto que en la recta final sólo les han pagado a un grupito de privilegiados, mientras a nosotros que tenemos compromisos financieros con ferreterías, obreros y suplidores nos han dejado encharcados», dijo uno de los ingenieros.

El objetivo de la vigilia, dijo, es sensibilizar «a las autoridades que se van y a las que vienen» para que les paguen.

Subrayó que son más de 300 los afectados, de los cuales 43 habían decidido aguardar frente a la entrada de la casa de gobierno hasta el último minuto de la gestión de Mejía o hasta que les paguen.

Los ingenieros alegan que el gobierno les debe alrededor de RD$120 millones por la construcción de calles, iglesias, hospitales, escuelas y otras obras.

Arelis Jiménez, encargada de la construcción de las calles de la comunidad de Pantoja, dijo que no le pagan desde las elecciones congresuales en 1998.

«Jamás en la vida el ingeniero (Salazar) ha querido pagarme un centavo y estoy llena de compromisos. Debo asfalto, debo agregados, debo a los trabajadores, a los ferreteros, salí de mi vehículo, no tengo casa y ni siquiera tengo con qué inscribir a mis hijos en la escuela. Hemos sido totalmente humillados por Hernani (Salazar) y hasta ahora nos ha dado la espalda», dijo Jiménez.

Dijo que no era posible que profesionales que trabajaron y apoyaron a Mejía terminaran humillados frente al Palacio Nacional.

El momento más dramático se produjo a media mañana de ayer, cuando un ingeniero a quien el gobierno adeuda cerca de siete millones intentó suicidarse en el lugar, en protesta por el retraso en el pago.

Algunos de los manifestantes dijeron que tenían tres días durmiendo frente al Palacio y no se atreven a volver a sus pueblos porque allá los están esperando para que paguen a quienes les deben.

Ana Cristina de los Santos, contratistas de la escuela El Buen Samaritano, de Esperanza, dijo que entregó la obra en febrero pasado para lo cual tuvo que asumir cuantiosas deudas, incluso vendió su carro para terminar el piso del plantel.

Indicó que el gobierno le adeuda RD$1.2 millones, a pesar de que la secretaría de Educación dispuso el pago.

Dijo que en varias ocasiones tuvo que pagar hasta RD$25,000 de intereses de tarjeta de crédito.

De su lado el ingeniero Monegro Grullón, de Santiago, sostuvo que las autoridades salientes demostraron no tener voluntad para resolver la situación.

Algunos de los ingenieros contratistas advirtieron que si no les pagaban ayer, darían los pasos de lugar para embargar las cuentas de Salazar.

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