Grupo de militares pide renuncia
de Carlos Mesa

Grupo de militares pide renuncia <BR>de Carlos Mesa

LA PAZ (AFP).- Un grupo de militares de rango intermedio pidió este miércoles la renuncia del presidente de Bolivia, Carlos Mesa y el cierre del Congreso, lo que de inmediato fue rechazado por la plana mayor de las Fuerzas Armadas. La proclama, difundida mientras se multiplican las protestas sociales, exigió al mandatario «que se vaya, simplemente, que deje el gobierno, que deje la presidencia y que dé lugar al gobierno del pueblo», señaló el teniente coronel Julio César Galindo, cabeza visible del desconocido grupo castrense.

Poco después las Fuerzas Armadas rechazaron en un comunicado oficial el pronunciamiento.

Ese manifiesto «pretende enlodar y desprestigiar a la institución con afanes golpistas» y «no representa el sentir de los componentes de las FFAA que se mantienen firmes en defensa de Estado de derecho, la democracia y la institucionalidad del país», precisó el documento entregado por los altos mandos castrenses.

El comunicado calificó de «desaprensivas y sediciosas» las declaraciones formuladas por los tenientes coroneles Galindo y Julio Herrera, quienes aparecen como figuras visibles del autodenominado Movimiento Militar Generacional.

El almirante Luis Aranda, comandante general de las Fuerzas Armadas bolivianas, ratificó en rueda de prensa que se trata de «un hecho completamente aislado» y que los militares sancionados carecen «en absoluto de mando de tropa».

«Queremos transmitir tranquilidad al país, las Fuerzas Armadas están cohesionadas y unidas», dijo Aranda.

El ministro de Defensa, Gonzalo Arredondo, dijo que los militares rebeldes son «gente sin futuro en las Fuerzas Armadas dispuestos a decir cualquier cosa».

Evo Morales, líder de los cocaleros y del opositor Movimiento Al Socialismo (MAS), rechazó la proclama de Galindo y Herrera.

«Quiero expresar mi rechazo a cualquier golpe militar que pueda venir y dejar en claro que vamos a defender la democracia», recuperada en el país hace dos décadas tras un largo período de regímenes castrenses de facto, apuntó.

El incidente se inició en la mañana cuando Herrera y Galindo proclamaron que «existen aquí militares y civiles patriotas que estamos con un firme propósito de defender nuestra soberanía y la dignidad nacional».

La intimación del grupo surgió al día siguiente de que Mesa dijera en dos oportunidades que no pensaba renunciar y que, por el contrario, planeaba cumplir con la totalidad de su mandato hasta agosto de 2007.

El martes además hubo una sucesión de protestas callejeras que derivaron en incidentes, con un saldo de al menos 6 heridos.

El teniente coronel Galindo, en declaraciones posteriores a Radio Televisión Popular, agregó que el comunicado no representaba un «golpe militar, sino un pronunciamiento del pueblo».

Pero luego agregó que proponen un «gobierno con la participación de todos los sectores. Lo máximo que habrá dentro del gabinete serán dos militares, el resto estará ocupado por gente selecta, gente patriótica, que vele por los intereses del pueblo. (…) Tenemos un plan de gobierno bien estructurado».

Los militares alzados hicieron hincapié además en que no buscan enfrentarse con los mandos superiores de las Fuerzas Armadas y que tampoco buscan «derramamiento de sangre».

«Nosotros estamos queriendo salvar la democracia. Nosotros estamos queriendo asumir el mando para cambiar las estructuras del país, para darle otra visión al país», sostuvo Galindo.

El movimiento militar consideró también nocivo el enfrentamiento entre el este y oeste del país por las autonomías regionales y se mostró partidario de una asamblea constituyente.

Bolivia se encuentra acosada por una avalancha de protestas sociales en La Paz por la demanda de la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a la asamblea constituyente, mientras sectores cívico empresariales de Santa Cruz y otros departamentos del este anteponen el llamado a un referendo autonómico.

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