Grupo de presión.- Los críticos a la “ley mordaza”, como la llaman los que se oponen a la regulación de las redes sociales en la Ley sobre Libertad de Expresión, Medios Audiovisuales y Plataformas Digitales bajo estudio del Senado, tienen un nuevo aliado en la Antigua Orden Dominicana. Durante una marcha que realizó el viernes pasado hasta el Palacio Nacional, el líder de la organización, Anyelo Vásquez, criticó que el Congreso Nacional haya decidido dar prioridad a la creación de una “ley mordaza” por encima de la adecuación y actualización del Código Penal, que data del 1844, por lo que no se corresponde con la realidad de la República Dominicana del siglo XXI. Y agregó que ese proyecto de ley, junto al que sancionaba los discursos de odio que ya fue retirado del Congreso por su autor, constituyen una “censura a dedo” de este o cualquier gobierno que suba al poder, ya que le permitirá el bloqueo arbitrario y a conveniencia de las plataformas digitales.
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En esa marcha su narrativa nacionalista y su discurso antihaitiano brillaron por su ausencia, pero también su carácter violento, razón por la cual sus miembros han sido denunciados por agredir a varias personas sin que se sepa qué ha hecho el Ministerio Público con esas querellas. Pero los lobos siempre creen que pueden disfrazarse de ovejas sin que se note el engaño, aunque siempre aparecerá quien se deje confundir o, simplemente, que se identifique con su discurso de odio enmascarado de falso patriotismo. Por lo pronto los hechos indican que la Antigua Orden Dominicana va derechito a convertirse, si no lo es ya, en un grupo de presión al servicio de sus patrocinadores. Entre los que figura, según el rumor público, un conocido influencer que probablemente vea en el proyecto de Ley sobre Libertad de Expresión una amenaza al libertinaje en el que se siente tan a gusto. El mismo libertinaje sobre el cual ha construido, es el momento de decirlo, la próspera empresa que le permite echar vainas a diestra y siniestra con la soberbia ridícula de los nuevos ricos.