Grupo Delta, ojo con eso

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El almirante ® Luis Homero Lajara Solá, exjefe de la hoy Armada de la República Dominicana es hijo del almirante (+) Luis Homero Lajara Burgos, cuya personalidad imponía respeto por sí, aunque usted no lo conociera.
Lajara Burgos respaldó al candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, Juan Bosch, en 1962. Luego del Golpe de Estado contra el gobierno de Bosch, el almirante Lajara aumentó su respaldo a la constitucionalidad por lo cual el Presidente José Rafael Molina Ureña lo designó para un importante cargo relacionado con la seguridad del Estado.
Pasada la Guerra de Abril de 1965, Lajara Burgos se mantuvo activo en la política hasta fundar su propio partido, pequeño en militancia, pero con la agresividad y el verbo flamígero de su fundador. La palabra del almirante Lajara fue escuchada por radio y televisión y leída en periódicos, denunciando males y proponiendo soluciones.
Todo iba viento en popa, como le gusta a los buenos marineros, hasta que Juan Bosch decidió que el Partido Revolucionario Dominicano no se presentara a las elecciones generales de 1970, para lo cual regresó de Europa.
La decisión férrea e inapelable de Bosch retrancó el formidable flujo de masas que llenó las antiguas pistas de aterrizaje del aeropuerto general Andrews, de Santo Domingo, que ocupaban los terrenos que van desde la calle Leopoldo Navarro, donde está la Curazao Trading Co. hasta la Máximo Gómez, y desde la San Martín hasta lo que hoy es la avenida 27 de febrero.
Ese cuadrante fue llenado por ciento de miles de mujeres y hombres que escuchamos a José Francisco Peña Gómez demandar el desplazamiento del poder del doctor Joaquín Balaguer, candidato a la primera de dos reelecciones que impuso a sangre y fuego, cometiendo toda suerte de violaciones a principios, leyes y prácticas éticas.
El almirante Lajara Burgos decidió concurrir a las elecciones de 1970, lo cual constituyó una decisión política importante que facilitó que el Presidente Balaguer participara en unos comicios donde había, por lo menos, un partido de oposición. Legalizadas las elecciones todos sabemos qué ocurrió.
Llama la atención que el almirante ® Lajara Solá reivindique a 45 años de distancia, la actitud y la decisión adoptaba por su padre en 1970.
Extrañamente el Ministro Administrativo de la Presidencia habla de que la oposición trabaja para provocar una abstención electoral en una declaración traída por los cabellos, pero que parece formar parte de un plan político con fines inconfesables.
Ni Juan Bosch ni Balaguer están sobre el escenario, pero todo parece indicar que hay un concón que corroe la pulcritud y la legalidad de las elecciones, lo cual es muy peligroso. Lo cierto es que el gobierno ha demostrado ser capaz de cualquier cosa con tal de permanecer en el poder.

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