Más de 500 ancianos haitianos, enfermos, en condiciones de pobreza extrema y que residen en bateyes apartados de las grandes ciudades, no han podido acceder al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, pese a que viven en República Dominicana desde hace décadas y aportaron sus fuerzas para el progreso del país.

Un grupo de instituciones que trabajan los derechos de los inmigrantes se propone relanzar el Plan de Regularización, de forma que llegue a los bateyes, sobre todo a lugares donde la gente no cuenta con dinero ni para pagar un pasaje para trasladarse a la capital del país o a las provincias donde se ejecuta el proceso de registro de los extranjeros que aspiran a tener un estatus migratorio en el país.

Entidades de acción y grupos pro migrantes miembro de la Red Regional de Organizaciones Civiles para las Migraciones solicitan a las autoridades del Ministerio de Interior y Policía dirigir un Plan de Regularización en las comunidades rurales donde habitan personas envejecientes y que trabajaron años en ingenios dominicanos cortando caña de azúcar.