WASHINGTON. AP.  La Asociación Nacional de Portadores de Armas de Estados Unidos, inquebrantable en su postura pese a la matanza en una escuela de Connecticut, aseguró ayer que ninguna normativa nueva aumentará la seguridad de los niños y que la “maquinaria de los medios de comunicación” sólo disfruta de culpar a esta rama de la economía con cada nuevo ataque como el ocurrido hace una semana.    La NRA,  en inglés, también advirtió que una comisión especial de la Casa Blanca que examina la violencia relacionada con las armas de fuego podría socavar la Segunda Enmienda de la Constitución norteamericana, que garantiza el derecho a la posesión de armas.   

“Un arma es una herramienta. El problema es el delincuente”, dijo Wayne LaPierre, director general de la organización más grande del país que defiende los derechos a la venta y posesión de armas, durante una entrevista televisada a nivel nacional.    LaPierre apenas modificó sus declaraciones frente a las que hizo el viernes, cuando la NRA rompió el silencio que mantuvo durante una semana sobre la matanza perpetrada en la primaria Sandy Hook en Newtown.    La afirmación de LaPierre de que la distribución de armas y el despliegue de policías en todas las escuelas es lo que puede detener al próximo asesino recibió un aluvión de críticas de muchos sectores. Incluso algunos partidarios de la NRA en el Congreso expresaron públicamente su desacuerdo.