El vicepresidente de comunicaciones institucionales del Grupo Vicini, Campos de Moya, saludó ayer la solicitud del Senado para que la iglesia intervenga contra el padre Christopher Hartley, a quien acusa de desatar una campaña de descrédito en perjuicio de la industria azucarera local.
Dijo que se necesitan actitudes firmes como la de los legisladores para evitar que las acciones del sacerdote arriesguen las oportunidades de exportación del azúcar local hasta los mercados europeo y americano. Al tiempo, De Moya denunció que el religioso tiene aliados pagados dentro del país.
El viernes, las comisiones de Industria y de Relaciones Exteriores del Senado pidieron al cardenal Nicolás De Jesús López Rodríguez y al nuncio apostólico, Jozef Wesolowski, intervenir ante las acusaciones de Hartley quien durante años ha denunciado malos tratos y violaciones a los derechos humanos de los braceros de la industria azucarera.
De Moya dijo que la actitud del Senado se suma a la labor que desarrolla la Cancillería y de los embajadores del país, especialmente los acreditados en Washington, Estados Unidos, Madrid, Reino Unido y Bélgica, para el desmonte de la campaña de infundios y falsedades que afirmó ejecuta Hartley.
El religioso trabajó en San José de Los Llanos, San Pedro de Macorís, entre 1997 y 2007, desde ese año, reside en el extranjero.
De Moya recordó que con las exportaciones que se han hecho a Europa este año, el país se convirtió en exportador neto de azúcar dentro de los términos del DR-Cafta, por lo que podrá acceder a la cuota especial que fija ese acuerdo con Estados Unidos.
Las claves
1. Inicios de Hartley
Christopher Hartley nació en Londres en 1960, más tarde vivió en Madrid, España. Trabajó con los hispanos de El Bronx, Nueva York.
2. Llega hasta RD
Hartley fue sacerdote en San José De Los Llanos, de San Pedro de Macorís, entre 1997 y 2006. Concentró su labor en la defensa de las condiciones de vida de los obreros de las plantaciones de los Vicini. Salió del país en el 2006, ante supuestas amenazas de muerte.