Washintong, EE.UU.- Grupos defensores de los latinos en Estados Unidos anunciaron este miércoles que recolectaron más de medio millón de firmas pidiendo impedir que el polémico candidato republicano Donald Trump aparezca en un popular programa humorístico.

Los 520.000 firmantes respaldan una petición a la cadena NBC para que cancele la presentación de Trump en la edición de este sábado de Saturday Night Live, decano de los shows de comedia en la televisión estadounidense.   «Dile a SNL que el racismo no es gracioso», «Dile a SNL que bote a Trump» o «No hay lugar para el odio en SNL», rezan las campañas patrocinadas por grupos a favor de los latinos y los inmigrantes como Consejo Nacional de la Raza, America’s Voice y la United Farm Workers.

«Hay evidencia acumulada que la demagogia racista de Donald Trump está resultando en violencia e intimidación física y verbal en el mundo real», dijo el director político adjunto de la organización CREDO, Mushed Zaheed, en una posible referencia a una golpiza de dos desempleados contra un indigente hispano en Boston supuestamente en parte inspirados en Trump.   «Es irresponsable y peligroso para NBC darle a Trump una plataforma gratis para impulsar su campaña racista y xenófoba», añadió Zaheed, citado en un comunicado.

Trump, un magnate de la construcción que no rehuye de la polémica y a veces parece provocarla, causó una conmoción cuando lanzó su precandidatura presidencial al afirmar que los mexicanos que entran de manera clandestina a Estados Unidos son «violadores» y narcotraficantes, y prometer expulsarlos sumariamente.

Artistas latinos se enfurecieron y compañías como Univisión, la cadena líder entre los latinos y una de las más vistas en Estados Unidos, le retiraron su apoyo.   NBC también rompió entonces sus negocios con Trump, que dice «amar a los latinos» y asegura que el cariño es correspondido.

El millonario despegó en los sondeos de las primarias del partido Republicano y comparte la cima con el discreto neurocirujano Ben Carson, otro outsider.

Falta todavía un año para que los estadounidenses elijan al hombre o mujer que sucederá a Barack Obama, pero las primarias republicanas y demócratas para determinar a los nominados de los partidos serán en menos de tres meses