MEXICO. AFP. Pobladores de dos municipios del sur de México asolados por secuestros y asesinatos cometidos por las organizaciones criminales, decidieron tomar las armas y organizarse para su autodefensa, un recurso cada vez más socorrido en zonas rurales del país carentes de seguridad pública.
Unos 800 campesinos de los municipios de Ayutla de los Libres y Tecoanapa, enclavados en montañas de Guerrero (sur), embozados con pañuelos salieron desde el 6 de enero pasado con pistolas, escopetas y machetes para enfrentar a las organizaciones criminales que constantemente roban, secuestran y extorsionan a pobladores y comerciantes, y en algunos casos los asesinan.
Los campesinos, que se autodefinen como una policía comunitaria, montaron retenes en las carreteras que acceden a sus comunidades y vigilan las calles, donde han detenido a 44 presuntos delincuentes, mientras que las escuelas y negocios cerraron sus puertas.
A esas comunidades de Guerrero y otras del vecino estado de Michoacán (oeste) «se les ha orillado a tener que organizarse (…) en contra, no solo del crimen organizado», sino que también se tienen que proteger de policías «que en muchos casos están asociados y protegen a estos criminales», dijo a la AFP René Jiménez Ornelas, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).