La Red Jacques Viau, el Movimiento de Mujeres Domínico-Haitianas (Mudha) y otras entidades que trabajan por los derechos de los inmigrantes haitianos en el país están preocupados, porque se ha desatado una serie de rumores que desinforman y llaman a la violencia entre las dos naciones por medio de vídeos antiguos y de algunos que corresponden a otras naciones, como lo denunció la embajada de Haití en República Dominicana.
La directora ejecutiva de la Jacques Viau, Altagracia Jean Joseph, dijo que se especulan muchas cosas en las redes sociales, aunque no tiene la información de fuentes fidedignas, por lo que las desaprueba.
La Fundación Zile (FZ), cuya dirección ejecutiva recae sobre el excónsul de Haití en República Dominicana, Edwin Paraison, también mostró inquietud, por lo que calificó como “ una oleada de información errónea que circula a través de las redes sociales en Haití y República Dominicana, refiriéndose a asesinatos colectivos de ciudadanos haitianos en territorio dominicano”.
Ante este panorama, que amenaza con resquebrajar las relaciones tranquilas que han tenido los dos países en los últimos tiempos y ahora que se procura un acuerdo comercial bilaterial, la FZ ofrece su apoyo a los dos gobiernos para que celebren “una Cumbre Binacional sobre Migración”, con carácter de urgencia.
Reconoce que el Ministerio de Defensa dominicano y el Ministerio de Asuntos Extranjeros de Haití, de manera formal han desmentido los alegatos.
Paraison señaló que las acciones contra la inmigración irregular que la República Dominicana tiene derecho a llevar a cabo, coinciden con una recrudescencia coyuntural del antihaitianismo, lo que analiza que tiene el triple efecto. Puesto que, por un lado, parece ejercer una presión sobre las autoridades, por otro lado, provoca el pánico en la comunidad haitiana, y porque es susceptible de estimular las tensiones entre los dos gobiernos.
“Por otro lado, es calificado por muchos, de manipulación mediática, que busca desviar la atención de la opinión pública de los temas de la agenda nacional dominicana, en particular las repercusiones políticas de varios casos de corrupción”, manifestó.

Derechos Humanos. Sobre las denuncias de violaciones a la dignidad humana durante operativos de control migratorio en las ciudades de Santo Domingo y en Santiago, Paraison dijo que requieren, en primer lugar, una investigación adecuada para así determinar responsabilidades y, en segundo lugar, un alto nivel de compromiso por el respeto y protección de los derechos de los inmigrantes haitianos.

Ve que en este contexto, tal como lo hizo el Gobierno haitiano en marzo del 2015, en momentos que grupos aislados quisieron amenazar a los dominicanos que viven en Haití, particularmente en Puerto Príncipe, exhortó al Gobierno dominicano a realizar una amplia campaña en los medios de comunicación, de advertencia legal sobre la promoción del odio contra la comunidad haitiana en el territorio nacional.
Consideró que teniendo en cuenta lo esencial de la mano de obra haitiana en la economía dominicana y los beneficios de los intercambios diversos que involucran a importantes sectores de las dos poblaciones, como estudiantiles y de empresarios, “la FZ reitera su propuesta de la organización de una Cumbre Binacional sobre Migración”, con el fin de abrir canales de cooperación sobre un tema históricamente conflictivo. Además, mantener la buena convivencia entre las dos naciones.
Apuntó que en lo inmediato, sería conveniente que los dos gobiernos adopten un «modus operandi», para garantizar fundamentalmente una asistencia consular haitiana permanente a personas en espera de la repatriación, en el Centro de Acogida de Inmigrantes de Haina. Sugiere la presentación formal de la lista de personas a ser repatriadas, a los representantes diplomáticos haitianos, para que facilite en la frontera la necesaria coordinación entre las autoridades de los dos países, y garantizar un recibimiento adecuado a los repatriados.

Precisó que la reciente decisión del Gobierno dominicano, de volver a extender el registro del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) -incluyendo a unos 250 mil haitianos- debe ser apreciada en su justo valor, dadas las dificultades del Estado haitiano de proporcionar los documentos necesarios a sus nacionales, para completar el expediente de regulación migratoria en República Dominicana.