Guachupita estimula una cultura de paz

Guachupita estimula una cultura de paz

POR GERMAN MARTE
Guachupita, uno de los barrios populares más conocidos de la capital, está dando muestras de que cuenta con líderes que  se preocupa por las nuevas generaciones.

El Espacio de Coordinación de Organizaciones de Guachupita (ECOG) realiza desde hace tres años el campamento «Guachupita Construyendo para la Paz», en el que participan 125 niños del barrio.

A mediados de la semana pasada se inició la tercera versión de este campamento dirigido a niños menores de trece años.

La profesora Altagracia Suárez (Gracita), una de las organizadoras de la actividad, explicó que el campamento es parte de un proyecto que tiene ECOG que incluye, además, a jóvenes y ancianos de Guachupita.

Dijo que a los niños que participan en el campamento, que se extenderá por  siete días, se les impartirá clases de música, manualidades y danzas.

  En la escuela San Martín de Porres, uno de los lugares donde se desarrolla el campamento, decenas de niños de este populoso sector reflejaban en su rostro la alegría por estar participando en la actividad.

«Quisiéramos extender el campamento por más tiempo, pero los recursos no nos dan», dijo la profesora Gracita.

Expresó que el objetivo del campamento es que los niños que van subiendo adquieran una cultura de paz, de no violencia y orientarlos para que no caigan en vicios.

Destacó que Guachupita -como todos los barrios- tiene sus problemas de delincuencia, de drogas, «pero hay mucha vida, porque este es un barrio muy organizado».

Dijo que sólo en el ECOG hay diez organizaciones comunitarias, incluida la Pastoral Social de la Iglesia Católica, el Comité Para la Defensa de los Derechos Barriales, Sociedad de Padres y Amigos, la Escuela San Martín de Porres y otras.

Destacó que la labor de esas y otras organizaciones que desarrollan su trabajo en la comunidad es buscarle soluciones a los problemas del barrio.

«Nosotros trabajamos para crear una cultura de paz, pero también para buscarle soluciones a otros problemas, como la luz, la basura y por el rescate de los valores culturales», dijo.

Gracita no oculta su satisfacción por los logros alcanzados y resalta que la respuesta de los niños a las orientaciones de los grupos comunitarios es muy positiva.

Subrayó que como en los otros barrios populares, los niños de Guachupita crecen viendo a su alrededor todo un engranaje de delincuencia como robo de cadena y celulares, «pero precisamente esto es lo que nos mueve a nosotros a trabajar con estos niños pequeños para prevenir, para que cuando lleguen a la adolescencia no caigan drogas, ni en bandas, ni al robo de celulares».

Dijo que fruto del trabajo desarrollado por ECOG en campamentos anteriores surgió una organización de jóvenes que trabajan con muchachos que trabajan con muchachos que están en peligro de caer en las drogas o que ya la han usado.

Gracita dijo que una de las satisfacciones más grande que sienten los que integran el equipo de ECOG es el respeto ganado entre la comunidad.

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