El jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, quien se proclamó presidente encargado, advirtió este sábado que está dispuesto a hacer “lo necesario” para que ingresen al país las ayudas que se acopian en la ciudad colombiana de Cúcuta, y que el gobernante Nicolás Maduro se ha negado a recibir.
“Estamos dispuestos a hacer lo necesario para que ingrese la ayuda”, dijo Guaidó ante miles de simpatizantes en un evento en el que juramentó a parte de los integrantes de una red de voluntarios que trabajará en el ingreso de las donaciones.
Esta misma jornada llegaron a Cúcuta más aviones cargados con provisiones procedentes de Estados Unidos, el principal respaldo internacional con que cuenta Guaidó.
En ese sentido, el líder opositor señaló que los aviones con ayudas “deberían estar aterrizando” en suelo venezolano, pero que Maduro se empeña en bloquear esta acción.
No explicó qué decisiones tomará si finalmente el próximo día 23, fecha que ha fijado para el ingreso de las ayudas, Maduro no permite que las donaciones entren al país.
Sin embargo, la semana pasada adelantó que podría autorizar una intervención militar extranjera para tal fin si fuera necesario, pese a que reconoció que sería una medida polémica.
“El terreno de la lucha lo decide el opresor”, dijo al respecto este sábado citando al fallecido presidente sudafricano Nelson Mandela. “Para nosotros la decisión es clara, es irreversible- el cambio”, añadió.
Guaidó también informó que la red de voluntarios suma ya 600.000 miembros, a los que se les entregará el próximo lunes a través de correros electrónicos y mensajería de texto “una instrucción” que “tiene que ver con mandar un mensaje a un sector del país”, en una clara alusión a las fuerzas armadas.
Precisamente a los militares, a los que ha pedido de forma abierta que den la espalda a Maduro, les reiteró este sábado su llamado a permitir que entren las ayudas, y alertó que el corredor humanitario se abrirá “sí o sí».
“Nuestro movimiento es pacífico, pero profundamente determinado”, insistió al explicar que se conformarán “brigadas de voluntarios» para el ingreso de las donaciones a través de varios puntos de la frontera con Colombia y Brasil.
Además, convocó a que el 23 de febrero los opositores se reúnan en las principales ciudades del país como una medida de acompañamiento a la acción de ingreso de las ayudas.
Sobre estas futuras manifestaciones no hay aún mayores detalles, pero se espera que sean informados en los próximos días.
Por su parte, Maduro guardó un inusual silencio durante el sábado, aunque su Gobierno expresó por vía de su canciller, Jorge Arreaza, que ha mantenido un par de “reuniones” con Elliot Abrams, designado por Donald Trump como enviado especial de Estados Unidos para Venezuela.
“Hemos hecho dos reuniones de las cuales yo no te puedo dar detalles porque debo respetar la confidencialidad de las mismas, pero han sido reuniones donde nos hemos escuchado”, dijo el canciller venezolano, Jorge Arreaza, en declaraciones a la televisión multiestatal Telesur.
“Ha habido momentos de tensión, hay diferencias profundas, pero al mismo tiempo hay preocupaciones compartidas”, agregó, y aseguró, mostrando su pasaporte y visa diplomática, haber participado en estos encuentros.
Estas reuniones ocurrieron en medio de la elevada crispación diplomática entre ambos países y luego de que Maduro cortara los lazos diplomáticos con Estados Unidos, que no lo reconoce y le ha pedido en varias oportunidades que se aparte del poder, que ejerce desde 2013.
Venezuela vive una situación de inestabilidad política desde el 10 de enero, cuando Maduro volvió a tomar posesión del cargo tras imponerse en las elecciones de mayo pasado, no reconocidas por parte de la comunidad internacional.
El 23 de enero Guaidó invocó varios artículos de la Constitución venezolana para reclamar que, como jefe del Parlamento, podía declararse presidente interino al considerar “ilegítima” la toma de posesión de Maduro.
Guaidó ha hecho una prioridad la entrada de ayuda humanitaria en Venezuela y ha señalado que las donaciones ingresarán con el apoyo de los ciudadanos y la comunidad internacional, principalmente de naciones como Estados Unidos y Colombia, que lo reconocen como autoridad legítima del país.