SAN LUIS RIO COLORADO, México (AP) .- La llegada de la Guardia Nacional de Estados Unidos a Arizona ha ahuyentado a los indocumentados mexicanos de casi toda la frontera con México al reducir de manera significativa los cruces ilegales, según funcionarios de los dos países.

Autoridades estadounidenses dijeron el lunes que las detenciones en la frontera binacional han disminuido en 21% a 26.994 en los primeros 10 días de junio en comparación con las 34.077 del mismo lapso de un año atrás.

En la frontera de Arizona, otrora el lugar con el mayor número de cruces de indocumentados, las detenciones han bajado 23%, de acuerdo a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.

Las abrasadoras temperaturas de esa desértica región en junio inducen cada año una reducción en el número de inmigrantes, pero no tan drástica, dijo Mario Martínez, vocero de la Patrulla Fronteriza en Washington.

Los 55 soldados que llegaron el 3 de junio son los primeros de unos 6.000 que serán gradualmente establecidos en la frontera como parte del plan del presidente George W. Bush para contener la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.

Los soldados no tienen permitido arrestar a inmigrantes y sus funciones han sido limitadas a proyectos como levantar vallas y reparar caminos, pero la presencia militar está alejando de la zona a los posibles inmigrantes, dijeron activistas de derechos de los migrantes.

«Los migrantes me dicen que han oído en la televisión sobre los soldados y como el ejército de Estados Unidos no tiene muy buena fama prefieren no cruzar’’, afirmó Francisco Loureiro, quien dirige un albergue de migrantes en la ciudad mexicana de Nogales que colinda con Arizona.

Loureiro dijo que el albergue da cobijo a unos 12 migrantes por noche, una cantidad muy por debajo de los casi 100 que recibía.

Jorge Vázquez, coordinador del servicio gubernamental Grupo Beta de ayuda a migrantes en San Luis Río Colorado, al otro lado de San Luis en Arizona, dijo que antes de la presencia de los soldados sus trabajadores encontraban al menos una veintena de migrantes diarios, cuya mayoría esperaba la noche para ingresar por la arena del desierto.

«En esta semana ha habido días que sólo encontramos a tres migrantes’’, refirió.

Algunos migrantes podrían estar moviéndose hacia la frontera de México con California, el único tramo colindante que mostró un aumento en la detenciones, las cuales subieron 7% a 5.965 en los primeros 10 días de junio.

Pero es demasiado temprano para saber si el despliegue militar tendrá un efecto permanente en las rutas y cruces de migrantes en los 3.200 kilómetros de la frontera.

Laureano Miranda, un campesino mexicano de 37 años, aseguró que trataba de regresar con seis parientes a un trabajo de construcción en Los Angeles.

«Se oye que hay soldados y los caza-migrantes armados, pero no nos queda más que tratarle. Vamos a tratar tres veces y si no podemos pues nos regresamos’’, dijo Miranda.