Guarionex Aquino Reyes (El Vale Guaro)

Guarionex Aquino Reyes (El Vale Guaro)

Guarionex Aquino Reyes ¡ha muerto! Y enseguida voy a aclarar lo de “Vale Guaro”. Fue ello que cuando nos conocimos en el 1949, él comenzó a llamarme “Vale Ñico” y en correspondencia yo le empecé a endilgar lo de “Vale Guaro”, que me pareció que para él ese “hipocorítico” le cuadraba como anillo al dedo.

No olvido que un día tratando el asunto familiar, le hablé del caso de un pariente de él, que de Bonao se fue a Mao a vivir en su paterna casa, porque el Bonaero de nombre Ramón Aquino era sobrino de Moro su padre. Y le expliqué que Ramón era hijo de un caballero de La Villa de Las Hortensias que popularmente respondía por José Nosén; pero que mi papá lo apodaba José Tusén.

De Guarionex sabía que antes de ser cantante había sido empleado de la tienda La Paloma de Santiago. También evoco los días en que este popular cantante de La Voz Dominicana, vivía en la calle César Nicolás Penson, en la casa de doña Casandra Damirón. En ese entonces “un caco” le robó la ropa y todos nos sentimos apenados. Eso antes en los tiempos del mayor policial Ripley era bastante raro; pero ahora los “cacos” están a la orden del día y presentan sus credenciales desde Guachupita y Gualey hasta Naco y Gazcue.

Como cosa cierta tenemos que Guarionex no era hombre de tragos ni jaranas; pero una noche en la azotea de La Voz Dominicana don José Arismendi Trujillo le celebró un rumboso cumpleaños a la cantante chilena Coraly Díaz y cuando la fiesta acabó, el “Vale Guaro” y unos cuantos nos fuimos a proseguirla en el patio “El Carioca-París”. En ese festivo lugar había un conjunto musical donde laboraban dos maestros y amigos de La Voz Dominicana, eran ellos los maestros Oscar Olivier (Chichí) y José Jerez.

Guarionex fue un ciudadano íntegro que no comulgaba con el arrastrapancismo ramplón y que no comulgaba con la opresión. Con Guarionex de tú a tú se podía hablar de lo que fuera y no había peligro de una delación “never more”, nunca más.

Muy importante y por ende algo inolvidable, fue lo que el “Vale Guaro” nos dijo a don Eliseo Santana y a mí, el día de año nuevo, el primero de enero del 1961. Me encontraba después de laborar en el servicio noticioso, en la bodeguita de don Eliseo, adjudicándome unos “directos al hígado”. Para una que era, una forzosa disipación. El confiable Vale Guaro entró a la bodeguita y pidió un pedazo de papel y un lápiz. Escribió los cuatro números del año que se iniciaba, o sea que puso -1961-. Y mostrando lo escrito me preguntó: ¿Qué dice aquí?» Le respondí “Ahí dice 1961”. Puso el papel invertido, preguntando ¿Y ahora? Le respondí claro está: “Lo mismo”. Entonces argumentó: “Este año es el de la vencida. Dice mi bruja que en este año va a desaparecer el opresor”. Y pasaban los días y el 30 de mayo ¡ocurrió en jefecidio. Remembranzas para el Vale Guaro. ¡Augur de la portentosa tiranicida hazaña del 30 de Mayo del 1961.

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