Guarocuya Félix
La falta de objeciones  habla muy bien de sus condiciones morales

<STRONG>Guarocuya Félix</STRONG><BR>La falta de objeciones  habla muy bien de sus condiciones morales

La designación del licenciado Guarocuya Félix en la Dirección de Impuestos Internos sorprendió a todo el país. Se daba como un hecho la confirmación de Juan Hernández, un verdadero mago de las recaudaciones, que deja un legado y una impronta difícil de superar.

Sin embargo, a Guarocuya muy poca gente lo ha objetado, por no decir ninguna, debido a su capacidad, integridad, sencillez y transparencia, lo cual habla bien de las condiciones morales y profesionales del nuevo incumbente.

Ponerse los zapatos de Juan Hernández parece ser una tarea titánica, pero no imposible, por aquello de que nadie es insustituible, y precisamente el gran reto de Guarocuya Félix es demostrar que es capaz de llenar las expectativas, y responder a la confianza depositada por el Presidente Danilo Medina.

Sin haberlo tratado personalmente, guardo una vieja simpatía hacia el incipiente director de Impuestos Internos, quizás por su humildad, discreción, sobrio talento, o por su origen sureño, pues como barahonero de pura cepa el regionalismo es parte de mi idiosincrasia.

Apostamos a que Guarocuya tendrá éxito en sus nuevas funciones, y le felicitamos por prescindir de una serie de incentivos económicos, señal inequívoca de que es un servidor público desprendido y con la consciencia de que estamos en un momento de crisis que impone sacrificios para todos.

La Dirección de Impuestos Internos fue convertida por Juan Hernández  en un modelo institucional en el ámbito estatal, su sucesor Guarocuya Félix posee todas las herramientas para consolidar esa prestigiosa institución.

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